Alianza

Desconocemos qué impresión habrá causado en la delegación extranjera nuestro grado de evolución europeo. Porque estos días ha coincido la intervención de un arsenal de armas para terroristas, la imputación de otro cargo público, la condena a un funcionario que cobraba mordidas a los ganaderos y la sospecha de pucherazo en las primarias populares. Tres guacamayos secuestrados han sido rescatados, se ha abatido a otro trío de jabalíes en las afueras de Torrelavega y hemos entrado en guerra contra el panga y la avispa asiática. Los turcos ya amortizaron el Orient Expréss mientras nosotros todavía estamos reivindicando un transcantábrico, tras haber sido incapaces de enhebrar Santander con el Mediterráneo. Tiene su gracia. Ahora que el ministro de Fomento va por toda España prometiendo un AVE a la puerta de cada casa, resulta que queremos otra cosa: un corredor ferroviario del Cantábrico y mejorar los trenes de cercanías. Al parecer, tanto anunciar que viene el lobo ha desinflado la reiteradamente frustrada expectación por la alta velocidad con Madrid. Como los emisarios turcos difundan este panorama nos van a coser un traje poco afortunado. De hecho, algunos sectores consideran que debemos mejorar imagen. Sin mucho éxito. Porque justo el mismo día que la Plataforma de Asociaciones Culturales reclamó más promoción del patrimonio cántabro, se anunció que el Casino se iluminará de verde para celebrar San Patricio. No se extrañen si los turcos al despedirse gritan ¡Viva Irlanda!