"La industria de defensa es estratégica para la economía"

¿Se reconoce públicamente a los sistemas de armamento como una herramienta necesaria para la seguridad y a la industria de defensa como parte importante de la industria española?

En ciertas franjas de la opinión pública no se entiende debidamente cuál es la función y finalidad del armamento, que no es más que una herramienta necesaria para que nuestras Fuerzas Armadas puedan cumplir con las misiones que tienen asignadas. El mero hecho de contar con unas fuerzas tecnológicamente avanzadas, debidamente entrenadas y altamente motivadas funciona como factor de disuasión de potenciales agresiones contra los intereses nacionales y contra la sociedad. Debe causar mayor preocupación e incomodidad en la opinión pública el escenario contrario: que medios letales puedan caer en manos de actores irresponsables e incontrolados y usados con fines ilegítimos. Esto es algo que como ponen de manifiesto precisamente los medios de comunicación, desafortunadamente ocurre con bastante frecuencia. Supone una amenaza clara para nuestra seguridad y bienestar.

¿El apoyo a la industria de defensa nacional es también una forma importante de generar desarrollo económico, empleo y favorecer la I+D+i tecnológica?

En los últimos años el Ministerio de Defensa ha liderado diferentes iniciativas y actuaciones al objeto de que las empresas españolas aumenten su competitividad, fomentando, para ello, su capacidad innovadora y modernizadora, no sólo en los aspectos puramente tecnológicos de I+D, sino también en el ámbito de la mejora de sus procesos de gestión industrial y comercial. La industria española que ha participado en los principales programas de armamento de las dos últimas décadas ha adquirido un gran nivel de productividad y competitividad. Pero este sector industrial no sólo es de gran importancia bajo el punto de vista de productividad económica o como generador de negocio y empleo directo, también se caracteriza por su elevada complejidad industrial y tecnológica.

-¿La política industrial de España incluye al sector industrial de defensa como sector estratégico?

La defensa de la soberanía y los intereses esenciales de una nación requieren de unas Fuerzas Armadas capaces de cumplir su misión y de una industria que las proporcione el soporte necesario. La industria de defensa debe ser considerada, por el Estado, por el Ministerio de Defensa y por la ciudadanía en general, como una capacidad más de las Fuerzas Armadas, al servicio de la seguridad y la defensa de los ciudadanos.

-¿En qué ámbitos de la industria de defensa se puede afirmar que España destaca o es puntera?

La industria de defensa es uno de los sectores estratégicos de la economía española; su facturación alcanzó en 2015 los 5.620 millones de euros y denota una alta componente exportadora. Vendió al exterior un 83,53% del total (4.707 millones de euros), mientras que en el mercado nacional el sector defensa supuso el 16,47% (913 millones de euros). De entre todos los sectores que se incluyen en el ámbito de defensa, destaca el sector aeronáutico con un 72,17% de las ventas de defensa, muy por encima de las ventas en el sector de vehículos terrestres con un 7,46% y el naval con un 7,39%.

¿La caída del gasto en Defensa afecta a las perspectivas de futuro de la defensa nacional? ¿Se ven afectadas las capacidades?

En los países de nuestro entorno y también en España, la inversión en Seguridad y Defensa está condicionada por aspectos organizativos, operativos y macro-económicos, además de los compromisos internacionales asumidos. Se trata de determinar el equilibrio en el volumen económico a dedicar a ellas y el que se orienta a educación, sanidad, pensiones, desempleo, que se consideran pilares fundamentales del Estado del bienestar. La caída del presupuesto que se ha sufrido durante los últimos años afecta a la capacidad de inversión tanto en la adquisición de nuevos sistemas como en el sostenimiento de los que están en servicio. Defensa ha planteado la necesidad de aumentar el presupuesto para afrontar las nuevas amenazas, y a su vez de cumplimentar los compromisos internacionales de alcanzar un presupuesto del 2% del PIB en una década.

Gamesa ha diseñado y está fabricando en su planta de Reinosa los nuevos motores para el programa de los submarinos de la case S-80, en cuyo desarrollo ha habido dificultades y problemas técnicos. ¿Cómo se encuentra en estos momentos ese programa?

La experiencia con Gamesa ha sido positiva puesto que la empresa ha sido capaz de suministrar en el plazo establecido el motor de propulsión de los buques, con unos requisitos operativos y de calidad muy exigentes. El programa de submarinos se encuentra actualmente en proceso de reconducción técnica y contractual, con el fin de garantizar su éxito con un encaje temporal razonable para satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas.