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Martes, 21 de marzo 2017, 07:23
Veinticinco años después de su estreno, Fernando Trueba sigue pensando que Belle Epoque es una película «vitalista y alegre», pese a que algunos amigos que leyeron el guión antes del rodaje pensaron que sería «otra película oscura, lo de siempre, de la España negra». Fue ... un proyecto «que se canceló dos o tres veces por falta de dinero», recordó Trueba, que ayer asistió a la designación de Belle Epoque como Película de Oro en el vigésimo Festival de Cine en Español de Málaga.
Finalmente, decidieron rodarla en Portugal, «donde los salarios eran más bajos, y esa diferencia de costes «hizo que la película fuera posible», según el director, que considera el cine «una cosa de gente aventurera y voluntarista, que quiere hacer algo en lo que cree». Cuando se le pregunta si él ha evolucionado en este periodo en su relación con España, asegura que no ha cambiado.
«Sigo pensando lo mismo y, a veces, incluso lo digo en voz alta y me busco problemas. Con 10 años le dije a mi madre que iba a ser desertor. Siempre he sido igual, y siempre he tenido una relación entrañable con este país, pero lo que no he sido nunca es nacionalista», afirmó.
'llueven vacas'
Seis parejas de actores para una misma historia, la de Margarita y Fernando, protagonizan la película Llueven vacas, un crudo y poético retrato de la violencia de género presentado ayer en el Festival de Cine de Málaga. Dirigida por Fran Arráez sobre un texto de Carlos Be escrito originalmente para el teatro, se trata de una producción de pequeño presupuesto que compite en la sección Zonazine, dedicada a las apuestas más arriesgadas.
Sin embargo la fuerza sugestiva del guion y la trascendencia del tema ha atraído a un reparto de primera Maribel Verdú y Víctor Clavijo; Laia Marull y Secun de la Rosa; Gloria Muñoz y Pedro Miguel Martínez; María Barranco y Asier Etxeandia; Mónica Regueiro y Sergio Peris-Mencheta; Gemma Charines y el actor cántabro Eduardo Noriega.
Todos ellos son Margarita y Fernando, en distintos momentos de su relación, y vistos de manera diferente. Llueven vacas se centra en la manipulación psicológica previa al maltrato físico y retrata esa dinámica destructiva que hace que una mujer vaya accediendo progresivamente a perder parcelas de libertad ante su pareja. «Hay un juego perverso, el hombre anula y modifica la realidad a través de lo que parece un juego y la mujer va aceptando hasta que se queda sin territorio, sin historia y sin nada», resume Arráez.
El título, Llueven vacas, alude precisamente a ese aparente juego inocente que comienza retorciendo la realidad a medida del maltratador y continúa con frases menos cándidas como «porque lo digo yo y punto», «todo esto lo hago por ti y así me lo pagas», o «por un día que te arrastres no te va a pasar nada». Algunos de los actores del reparto acompañaron ayer a Arráez en la presentación en Málaga. Laia Marull, que ganó un Goya interpretando a una víctima de la violencia de género en Te doy mis ojos, cree que es esencial que la sociedad tome conciencia frente a esta lacra. Es una pandemia social que hay que erradicar», dijo.
Trueba considera que sus relaciones «no son con las fronteras ni con los pasaportes, son con las personas y con el cine», y no es alguien para «dar ni quitar pasaportes». «Me gusta que la gente pueda pensar y decir lo que quiera. No hay nada más bonito que respetar a alguien que tiene ideas distintas y poder vivir en paz con él, pero todavía hay gente que no lo ha entendido», ha lamentado. El cineasta estuvo acompañado en este homenaje del Festival de Málaga por los actores Jorge Sanz, Gabino Diego, Ariadna Gil y la cántabra Miriam Díaz Aroca y por José Luis García Sánchez, que escribió el guión de la película junto a Rafael Azcona y el propio Trueba.
Del rodaje de Belle Epoque recuerda como un «privilegio» haber podido dirigir a Fernando Fernán Gómez, algo que resultó «muy fácil». «Le debo al cine muchas cosas, pero sobre todo le debo la gente a la que he conocido. Es una gran deuda que tengo con el cine y que intentaré pagar de la mejor forma posible». Y llegó el Oscar para Belle Epoque, algo que Trueba recuerda como «un momento de muchos nervios y de mucha tensión, y que pese a ser positivo estás deseando que pase». «Soy una persona que me da vergüenza cuando me hacen un regalo, abrirlo y mirarlo. Lo del Oscar por un lado ayudaba luego a hacer películas, pero lo veo todo muy aturullado, como una borrachera en la que se te mueve el decorado».
«Una experiencia única»
El periodista Luis Alegre ha escrito el libro Belle Époque. Una película de Fernando Trueba, que recupera «la experiencia única», en palabras del autor, del rodaje del filme del director Fernando Trueba a 25 años de su estreno. Belle Epoque ha sido seleccionada Película de Oro en la 20 edición del Festival de Málaga.
El autor ha escrito el libro a modo de monografía del director madrileño, ya que «después de consolidarse como uno de los grandes cineastas de Europa, no existía una monografía sobre Trueba, y era una oportunidad de añadir una crónica de su vida y carrera, enriquecida por sus observaciones». Así, el libro proviene de un texto que escribió hace 20 años que ha reescrito, ampliado y reelaborado, añadiendo materiales nuevos no solo de la película sino de la vida y obra de Trueba. «Fernando Trueba es uno de los tipos más brillantes y que ha hecho las cosas más originales y estimulantes.. Para mí ha sido una persona fundamental de la que he aprendido muchísimo», ha señalado. De ahí que haya querido «compartir» con los lectores y aficionados al cine «muchas cosas que me ha enseñado». Alegre ha dicho que Fernando lo «provocó» cuando le dijo que iba a hacer una película que «contaba la historia de un hijo que se liaba con cuatro hermanas.
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