Sábado, sabadete

Aquí en Cantabria todavía no sé por qué, Ignacio Diego después de presentar una excelente hoja de servicios mayoría absoluta se obstinó cuando ya tenía asegurado su pase a la reserva volviendo a las andadas en contra de la voluntad de Rajoy. La reacción de un gallo como Nacho no se hizo esperar, con portazo incluido en la sede de Génova. Algo que como él mismo reconoce no hizo gracia, al contrario. Desde ese momento conocen los detalles tristes de esta batalla dialéctica y de artimañas impropias de un partido del siglo XXI. Si unimos a todo esto aquello que decían en el 36 "no pasarán" sustituido por "el que pierda, a la calle" pueden imaginarse el marrón en el que se han metido. Y Madrid, ¿qué dice? se preguntarán ustedes. Pues como en todos los partidos: tantos votos, tanto vales, como no puede ser de otra forma. Nadie toma partido por nadie. Pablo Casado aprovechará a ver a su abuela y luego se pasará por el Palacio de Exposiciones. Según el organigrama del propio partido, ocupa el séptimo lugar en la Junta Directiva, su presencia lo dice todo. Ni Mariano, ni Cospedal, y mucho menos Martínez-Maillo. Arenas, Maroto, Andrea Levy Por lo menos queda el consuelo de no haber mandado a nadie de Ceuta, lo que es de agradecer. Y como me comentaba un militante: ¿quién nos mandaría meternos en este jardín? Eso, el sábado, porque el domingo los del PRC tienen comida homenaje a Marcano. ¡Anda que no se lo van a pasar bien con o sin Revilla! Los del PP insisten en ponérselo demasiado fácil; ellos sabrán.