Secciones
Servicios
Destacamos
juan carlos barrena
Viernes, 7 de abril 2017, 07:49
Angela Merkel es una persona de costumbres fijas. No suele fallar a sus jornadas de descanso y senderismo en el Tirol italiano y tiene su refugio seguro en una pequeña casita de campo en la región de Uckermark, en lo más profundo de Brandeburgo, al ... norte de Berlín, donde planta patatas y prepara tarta de ciruelas para su marido, el científico Joachim Sauer. Lo que pocos saben es que la canciller federal alemana tiene un compromiso fijo todos los años en su calendario desde 1991. Hace ya 26 que cumple con su promesa de posar ante la veterana fotógrafa alemana Herlinde Koelbl en el marco de un proyecto titulado Huellas del poder. Sin embargo, lo que empezó como un estudio temporal, que se desarrolló inicialmente entre 1991 y 1998 y culminó con la publicación de un libro con el mismo título en 2002, continúa ya de manera indefinida. Y Merkel no está sola. La acompañan en la aventura de documentación fotográfica otros políticos alemanes como el ex-canciller socialdemócrata Gerhard Schröder o el antiguo ministro de Exteriores, el verde Joschka Fischer.
Cuando Herlinde Koelbl empezó a retratar a los poderosos, Merkel era todavía "la chica de Helmut Kohl", su antecesor conservador en la jefatura del Gobierno alemán. Hacía solo dos años que había caído el Muro de Berlín y el gigante del Palatinado la había tomado como protegida y alumna aventajada. Nadie entonces hubiese apostado un duro por la joven germano oriental, científica en la extinta RDA e inexperta en política.
El primer retrato de su serie, con una Merkel jovencita que mira tímidamente a la cámara, parece confirmar la impresión de entonces. Sin embargo, solo quince años después, Angela Merkel ocupaba la Cancillería Federal tras hacerse con la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU) e iniciaba su fase en el Gobierno, que dura ya tres legislaturas y podrían ser incluso cuatro si consigue ganar de nuevo las elecciones del otoño próximo. Herlinde Koelbl afirma que la canciller siempre le ha parecido "un poco obstinada, pero jamás vanidosa" y que desde el principio pudo apreciar que "es una persona firme".
Sin adornos ni indicaciones
Todos los retratos de la veterana fotógrafa, de 77 años, para la serie Huellas del poder se hacen igual. En blanco y negro, sin adornos, objetos o localizaciones. Un simple fondo blanco que no hace sino destacar aún más a quien posa para ella. Y además asegura que nunca da indicaciones a los fotografiados sobre cómo deben posar. No da instrucciones sobre la ropa que deben llevar puesta ni de cómo tienen que presentarse ante la cámara. "De lo contrario ya no funcionaría, no serían ellos mismos", explica Herlinde Koelbl, que siempre trabaja sola, sin asistente alguno, y se preocupa personalmente de preparar la iluminación y de escoger el lugar donde deben situarse los protagonistas de un experimento que, entre tanto, se ha convertido prácticamente en un ritual. La fotógrafa comenta que Merkel no se mostró nada entusiasmada cuando le pidió que posara la primera vez y jamás pensó que la cita anual se prolongara tanto tiempo. "Hoy es el día que pregunta: ¿ya ha estado aquí la Koelbl este año?", cuenta divertida la artista.
En todo caso, lo que se aprecia claramente en el caso de Merkel, además de las inevitables arrugas que traen consigo los años y las preocupaciones, es que su mirada ha cambiado con el tiempo. De reservada y tímida en las primeras sesiones a concentrada e incluso enigmática en las fotografías más recientes. Con un mayor control de sus gestos. "La gente pública se pone una máscara para ser menos vulnerable, ya que, más aún los políticos, son seguidos a todas partes y objeto de juicio permanente", reflexiona Herlinde Koelbl, para quien la gran ventaja de la canciller, austera con el maquillaje y su vestuario, es que "no tiene que promocionarse y eso la protege. Una mujer coqueta no es tomada en serio en el mundo de la política, porque resulta demasiado femenina", afirma la fotógrafa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.