La alquimia de las primarias

Pérez Rubalcaba siempre tuvo mucho predicamento en la dirección del PSOE de Cantabria y lo sigue teniendo, pero esta vez deberá emplearse a fondo para cambiar la tendencia dominante en esta comunidad que, bien es verdad, tiene una influencia muy limitada en las primarias, con apenas 4.000 de los 190.000 militantes con derecho a voto.

Pedro Sánchez llenó ayer el paraninfo de la Universidad de Cantabria, un escenario arriesgado con el que pocas veces se atreven los partidos en las campañas electorales. Fuerte presencia de dirigentes locales, apoyo de simpatizantes asturianos y caras de circunstancias entre los observadores rivales. Los sanchistas no disimulan su entusiasmo después de la visita del líder y de los diversos actos organizados en las últimas semanas, casi todos con una afluencia considerable. También saludan como un pequeño augurio favorable que uno de los suyos, Gonzalo Fernández, se haya convertido en el nuevo secretario general de Juventudes Socialistas, frente al aspirante apoyado por el aparato.

Los partidarios de Susana Díaz en Cantabria, menos visibles hasta ahora, ya están movilizados para mostrar su fuerza pasado mañana en el acto que protagonizará la presidenta andaluza en el Palacio de Festivales. También tendrá un encuentro restringido con referentes del socialismo cántabro proclives a su causa. Por el momento, el equipo de Díaz se ha dedicado a la prospección telefónica para la captación de avales, un trámite que oficialmente se desarrollará del 20 de abril al 4 de mayo, pero que ya está en plena efervescencia.

Patxi López ya se ha puesto la venda antes de la herida al anunciar que seguirá en la carrera hasta el final aunque consiga menos avales que sus adversarios. En las filas de Susana Díaz y en las de Pedro Sánchez coinciden en que la continuidad de López, siempre tan cercano a Rubalcaba, favorece a la candidata andaluza, porque no le resta apoyos a ella sino a Sánchez.

Patxi López ya dio un mitin en Torrelavega y su equipo ha organizado algunos otros actos igualmente desangelados. Más dirigentes que afiliados. No parece una opción ganadora, desde luego, pero sí bastante cómoda para quienes no quieren comprometerse más de la cuenta.

También mide con cuidado sus movimientos la secretaria general del PSOE de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, para que la pugna en el ámbito federal no contamine su propia reelección, antes o después del verano, que todavía no está decidido. Díaz Tezanos acompañó hace quince días a Patxi López, ayer estuvo con Pedro Sánchez juntos, pero con la distancia debida y los aplausos justos o incluso menos y también estará el martes con Susana Díaz. El presidente castellano-manchego Emiliano García-Page ha vinculado el futuro de los barones territoriales a la victoria de Susana. La líder cántabra intentará consolidar su posición con cualquiera que sea el ganador.

Sin embargo, en la amplia ejecutiva regional del PSOE cántabro hay de todo. Por ejemplo, Pedro Casares y los alcaldes Isabel Fernández y Pablo Zuloaga son sanchistas. José Guerrero, Silvia Abascal y Víctor Casal promueven la campaña de Patxi López. Ramón Ruiz, número dos del partido, está en la plataforma Cantabria con Susana, como el presidente, Ángel Agudo, o Javier Incera.

Las primarias del mes que viene se presentan apasionantes, pero no van a resolver la incertidumbre principal: si el problema del PSOE es sólo de liderazgo o se trata también de que el discurso político acusa un gran desgaste, como apunta el imparable deterioro electoral de los últimos años con unos candidatos y con otros.

Susana Díaz, flanqueada por Felipe González y Alfonso Guerra, por Rubalcaba y Zapatero y los barones importantes, cree que con ella al mando y con el ideario de siempre el PSOE recuperará el esplendor y el poder de otros tiempos. Seguramente no es así de simple. Pedro Sánchez encarna el nuevo modelo, la reformulación que la socialdemocracia necesita para reconectarse con la sociedad del siglo XXI. Un giro a la izquierda, muy lejos del PP y abierto al pacto pero no a la rendición ante Podemos. Tampoco debe ser muy fácil construir un proyecto ganador con esos mimbres. Sánchez ya lo ha intentado dos veces seguidas y no le ha ido nada bien en las urnas.