!["En Santo Toribio no adoramos un trozo de madera, sino a quien murió sobre él"](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/pre2017/multimedia/noticias/201704/08/media/cortadas/santo-toribio-kkl-U213362533261SF-575x323@Diario%20Montanes.jpg)
!["En Santo Toribio no adoramos un trozo de madera, sino a quien murió sobre él"](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/pre2017/multimedia/noticias/201704/08/media/cortadas/santo-toribio-kkl-U213362533261SF-575x323@Diario%20Montanes.jpg)
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Nieves Bolado
Domingo, 9 de abril 2017, 07:34
Aunque no lo dice, su guión bien podría ser sin prisa, pero sin pausa. Dentro de un mes celebrará dos años como obispo de la diócesis de Santander y Mena. El próximo día 18 cumplirá 70 años, una fecha redonda en un año 2017 pleno ... de acontecimientos para la Iglesia en Cantabria. Por su preponderancia eclesial en la región le correspondería abrir la Puerta Santa (y sería su primera vez en los 47 años de vida sacerdotal), pero le ha cedido el honor de golpear la Puerta del Perdón con el martillo de plata al cardenal Osoro.
Manuel Sánchez Monge, palentino, recio castellano, dice encontrarse a gusto en la segunda tierra del norte de España que pastorea como clérigo principal. Y parece tener poder de convocatoria, al menos entre la curia, pues no en vano al mediodía del día 23, domingo, reunirá en el monasterio de Santo Toribio a la cúpula eclesial, a quienes de una forma u otra tienen o han tenido algo que ver en la historia reciente de la Iglesia en la región. Pero para ello aún quedan 14 días. El obispo está ahora mismo centrado en la Semana Santa convocando a todos los cántabros a vivirla desde la introspección, pero también en el respeto a las formas externas.
En los ritos religiosos que se inician este Domingo de Ramos, ¿sólo queda la fe?
También el reconocimiento de una figura, la de nuestro Señor Jesucristo, que también es un personaje histórico, no una invención o una leyenda, aunque sí, tiene como eje principal las vivencias desde la fe. La muerte de Jesús conmovió a sus discípulos hasta tal punto que estuvieron a punto de disgregarse pero Jesucristo volvió a reunirles con su resurrección, haciéndoles entender así, como ahora a nosotros, que para resucitar a una nueva vida hay que pasar por el trayecto de la Pasión.
En una ocasión, describió la Pasión, la muerte de Jesús en la cruz, como una humillación para alcanzar la Gloria. ¿Qué encierra esa interpretación?
Nada original. Son palabras de San Pablo. La muerte en cruz fue lo máximo de la humillación, y llegó después de haber lavado los pies a los discípulos, algo que entonces solo hacían los esclavos, rebajándose así Nuestro Señor, al infinito. Pero fue entonces cuando llegó la glorificación. Es el señorío de Jesús. Para San Pablo, la cruz fue el trono donde comenzó el reino de El Salvador.
El obispo invita "a creyentes y no creyentes" a participar en la jornada del 23 de abril en el monasterio de Santo Toribio. La apertura del Año Jubilar Lebaniego el día 23 en Santo Toribio significará, además del concepto religioso, la reunión ante la Puerta Santa, por primera vez, de quienes han sido prelados de la diócesis de Santander y Mena en los últimos 26 años José Vilaplana actual obispo de Huelva, Vicente Jiménez Zamora ahora arzobispo de Zaragoza y el propio Manuel Sánchez Monje. Será, además, la primera presencia institucional de José Vilaplana, alejado de Cantabria desde 2002. Todo ello contando con la presencia del cardenal cántabro Carlos Osoro Sierra, quien por deseo de Sánchez Monge presidirá la ceremonia de apertura de la Puerta del Perdón "continuidad del Año de la Misericordia", precisa el actual obispo cántabro.
Pero Sánchez Monge extiende muy especialmente la invitación para el día 23 en Santo Toribio "a todos los cántabros, sean o no creyentes" y a los políticos "Me gustaría que ese día los representantes del pueblo, con el presidente de Cantabria al frente y los consejeros más directamente relacionados con el Jubileo, estuvieran con el pueblo en estas celebraciones que son masivas y que mueven a nuestras gentes. Todo ello, por supuesto, respetando las creencias de cada uno. Ni vamos a criticar a quien no esté ni haremos que alguien pueda sentirse obligado. Quienes decidan acudir tendrán un lugar reservado y serán bien recibidos, especialmente los alcaldes de Liébana, tierra anfitriona". Todo ello, señala el obispo, "en un ámbito de respetuosas buenas relaciones, manteniendo cada uno su independencia".
También Sánchez Monge realza que, al margen de los actos estrictamente religiosos, en la programación paralela del Año Jubilar "hay también citas que coinciden en la vertiente cultural y religiosa" entre ellas la que tendrá lugar en la jornada de apertura cuando cante el Coro Filarmónico del Vaticano, dirigido por monseñor Pablo Colino, que durante dos días recorrerá la diócesis para ofrecer varios conciertos. Colino nacido en 1934 en navarra y criado en Cantabria es maestro de capilla emérito de la Basílica de San Pedro del Vaticano y director del Coro de cámara de la Academia Filarmónica Romana, conocido como Coro Vaticano desde 1957.
Todo parece envuelto en arcanos. ¿Qué silogismo tiene para los cristianos?
Pues que vivir la Pasión, que significa literalmente paso, debemos hacerlo como un tiempo que abre esa puerta a la nueva vida. Nosotros también tenemos que experimentar ese rebajamiento para que el Señor nos ensalce y nos conduzca a esa nueva vida.
La Semana Santa, pues, también se presenta como antídoto de la soberbia.
Sí, es cierto. Los seres humanos controlamos muchas cosas, cada día más, pero se nos siguen escapando los hechos que condicionan nuestra vida como la muerte, la enfermedad, el destino, la suerte o la desgracia, o las fuerzas de la Naturaleza. No nos gusta reconocer nuestras debilidades y sí enseñorearnos del control que ejercemos sobre las cosas.
De lo filosófico a lo empírico. ¿Siguen teniendo vigencia las procesiones de la Semana Santa?
Sí, y por varias razones. Los pasos, primitivamente, se crearon para que los creyentes visibilizaran unas escenas bíblicas a las que no tenían acceso mediante la lectura y eso dio paso a manifestaciones artísticas de gran belleza. Es la parte extraordinariamente cultural que debería llegar a todos, creyentes y no creyentes, y si quiere, incluso, ser hasta reclamo turístico, pero, indudablemente para los cristianos, es un fenómeno religioso de gran hondura. Ver desfilar esos pasos por las calles y plazas de nuestras ciudades significa revivir los sentimientos íntimos que nos causa la Pasión. Una invitación, de nuevo, a la conversión.
A veces, en contra de la opinión de quienes piensan que debería abandonar las calles, constreñirse al ámbito físico de las iglesias.
Ese planteamiento creo que no hace bien a nadie porque implica administrar distintas varas de medir. Si cuando juega, por ejemplo, el Real Madrid se justifica cerrar hasta la Castellana ¿no es lícito sacar a la calle una procesión?
Aunque es cierto que, aquí, en Cantabria, no aparece esa polémica.
Es verdad. En nuestra tierra, al menos hasta el momento, prima el respeto y la Iglesia no es vista con hostilidad. Dicho esto, la Semana Santa en Cantabria tiene una cualidades que no debería perder como la austeridad, que nos ayuda a sumergirnos en el sentido. Creo que es una actitud que corresponde a nuestro carácter y a nuestra sensibilidad. Es tontería tratar de incluir formas y usos de otras semanas santas, como las del que se celebran en el sur, que no son mejores ni peores, simplemente, distintas.
El Ramadán, por ejemplo, suele ser noticia, no así el ayuno y la abstinencia, obligaciones cuaresmales de las que ya casi nadie se acuerda.
Son actos que sacados de un contexto pierden sentido, llevando a interpretaciones que nada tienen que ver con la realidad. La Iglesia nos invita a participar en la Pascua que para nosotros es la fiesta de las fiestas, de forma austera, recogida, con esa introspección religiosa de la que antes hablábamos. Mucho más allá de comer o no carne, el ayuno y la abstinencia cuaresmales no tratan de imponer retos personales o físicos; su objetivo es que lo que se ahorre con el ayuno se entregue en forma de limosna para los necesitados.
La Pasión y la cruz nos lleva casi de la mano al Jubileo, fiesta grande para la Iglesia en Cantabria.
Y en la que invitamos a participar desde el ámbito religioso a toda la Iglesia universal.
En el centro, un trozo de la cruz de Cristo, el más grande de los existentes, por cierto reliquias cuya veracidad es puesta por algunos en duda.
Además de la fe que nos anima, recuerde que sobre nuestro Lignum Crucis ha habido análisis científicos que nos han dado tres conclusiones: que estamos ante un trozo de madera de cedro, que procede de Oriente Medio y que tiene, cuanto menos, 2.000 años de antigüedad. Creo que la ciencia no puede llegar más lejos.
¿Qué hace especial a esa reliquia, además de su tamaño?
Su pregunta me da la posibilidad de insistir en algo que quiero que quede impreso en todos los creyentes: no estamos ante una reliquia cualquiera. No todo el mundo sabe que a las reliquias de los santos, como a los propios santos, se les venera; que a la Virgen María, como Madre de Dios, se le da un culto superior al de los santos, pero no adoración. Adoración solo se le da a Dios, y a la cruz se la adora por la unión que tuvo con Jesucristo, su Pasión y muerte.
¿Eso implica algún rito especial?
Que los fieles, si no tienen impedimento físico, deben arrodillarse antes de besar la cruz, y que el sacerdote que muestra el Lignum Crucis debe tener una actitud muy litúrgica, recordando que no adoramos un trozo de madera sino a quien murió sobre él por todos nosotros.
¿Qué representa ser obispo de una de las cinco únicas sedes con jubileo perpetuo en España?
Un regalo extraordinario siendo como es Santo Toribio un centro de peregrinaciones que se mantiene a lo largo de todo el año y al que tenemos la obligación de sacarle todo el rendimiento evangelizador posible. Llegan hasta nosotros también personas y visitantes que son ajenos a las creencias con este motivo y que pueden percibir, estando ante la cruz, el mensaje de que sobre ella murió alguien que le amó tanto que hasta dio su vida por él.
¿Habría que internacionalizar este evento?
Sí. Al margen de las iniciativas no religiosas, creo que es nuestra obligación hacer saber que aquí, en Cantabria, está un trozo de la cruz en la que murió Cristo y llevar este conocimiento no sólo a toda España sino también a todo el mundo, y usando si me permite su palabra, sí, internacionalizar las peregrinaciones como otra forma de evangelización.
Pero Santo Toribio también será este año un reclamo turístico, cultural, lúdico con rendimiento económico y de promoción de la región.
¿Y por qué no? Todo es bueno y posible si cada elemento ocupa su lugar y cumple su función. También tiene su vertiente cultural, y hasta gastronómica, pero sin olvidar que el punto central, el que nos convoca, es eminentemente religioso. Si se respeta que el jubileo como lo que es, un acontecimiento religioso, nada sobra, y si además es bueno para nuestra tierra, bienvenido sea, pero la Iglesia sólo ve en todo ello el sentido evangelizador, al margen de otro tipo de rentabilidad.
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