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Hirst, ante un cuadro hecho con miles de alas de mariposa, criticado por asociaciones animalistas y vendido por 2,5 millones de euros.
El arte de matar

El arte de matar

Damien Hirst, el creador más rico del mundo, ha acabado con un millón de vidas. El 93% eran moscas

INÉS GALLASTEGUI

Martes, 25 de abril 2017, 09:10

Las organizaciones de defensa de los animales acusaron a la industria alimentaria de maltratar al ganado antes de convertirlo en carne. Después señalaron a las firmas peleteras, que crían animales para arrancarles la piel, y a los laboratorios farmacéuticos, por su supuesta crueldad con los ... sujetos de experimentación. Con su grito «tortura no es cultura», pusieron el foco en la fiesta de los toros. Y ahora echan mierda sobre el arte. Literalmente. En marzo, la asociación italiana 100% Animalisti depositó 40 kilos de estiércol ante el impoluto mármol blanco del Palazzo Grassi, sede veneciana de la última exposición del creador inglés Damien Hirst. ¿Su delito? Hacerse famoso (y millonario) por sumergir en formol vacas o tiburones muertos. Ahora, la web especializada Artnet News se ha tomado la molestia de contar a las víctimas de su arte y la cifra es una bestialidad: 913.450. «Es una estimación conservadora», matiza la autora, Caroline Goldstein.

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