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José Ahumada
Martes, 16 de mayo 2017, 07:33
En cierto modo, el proyecto Seed Journey el viaje de las semillas, comenzó cuando un arqueólogo amateur encontró, desmontando una vieja sauna en Noruega, unos antiquísimos granos de centeno. Future Farmers granjeros del futuro, es un colectivo multidisciplinar que reúne artistas, activistas, científicos y, por ... supuesto, granjeros, interesados en los cultivos urbanos y en la conservación de la cultura y el saber. Pusieron en marcha una granja urbana donde hicieron germinar ese puñadito de semillas, con otras cargadas de significado, como el trigo hallado mientras se realizaban unas excavaciones en una iglesia belga, y el cereal que se preservó durante la batalla de Leningrado mientras toda la ciudad moría de hambre. Durante todo el tiempo en que estos granos de cereal aguardaron su momento para crecer y transformarse en plantas, la agricultura no ha dejado de evolucionar; las semillas y la forma de trabajarlas han ido cambiando, arrinconando no solo determinadas variedades de cultivo, sino toda una cultura de relación con la tierra.
la forma de la memoria
Durante la estancia del Christiania en Santander, su tripulación realizará un conjunto de actividades denominado La forma de la memoria. Algunas de estas actividades serán abiertas, como la Ceremonia de las semillas (domingo 21, a las 13.00 horas, en la sala de exposiciones de la Fundación Botín), donde se intercambiarán semillas y conocimiento con los agricultores locales. Las semillas intercambiadas se catalogarán en el archivo del Seed Journey y seguirán viaje hasta Estambul. Ese mismo día dará comienzo el Camino de las harinas (salida del muelle Albareda, a las 16.00), una caminata de ocho días hasta Cangas de Onís, dirigida por el microbiólogo y micólogo Ignacio Chapela. Será este activista ambiental quien también impartirá el sábado, en la sala de exposiciones de la Fundación Botín, un taller sobre Memoria ecológica, en el que estudiará la miel como almacén de vida microbiana e invisible que también lleva consigo la memoria de un territorio, su cultura y su paisaje.
Otros de los talleres previstos requieren inscripción previa, como el de Comunes electromagnéticos, a desarrollar los días 18, 19 y 20, en la sala de exposiciones de la Fundación, y el titulado La memoria quizás sea un proceso de olvido, los días 17, 18, 19 y 21.
Esas semillas son la carga que lleva el Christiania, un velero de finales del XIX que se empleaba en tareas de rescate de náufragos, y que ahora trata de rescatar toda esa biodiversidad perdida, todo ese saber y esa cultura. Su destino es Estambul, en Asia, la zona de la que, hace tantos siglos, salieron los primeros granos de aquel cereal.
Juanto al Centro Botín
El artista cántabro Alfonso Borragán forma parte de la tripulación que este lunes llegó con el barco a Santander, que permanece amarrado al pie del Centro Botín la Fundación Botín es uno de los patrocinadores del proyecto. "Es un viaje poético que comenzó en septiembre del año pasado, el acto simbólico de deshacer el camino que las semillas hicieron en su momento. Durante este recorrido intercambiamos no solo esas semillas, sino también memoria, para generar un archivo, una biblioteca en la que se almacenan esos granos y esa información popular y humana".
En el Christiania viaja una docena de personas hay más artistas, y también un antropólogo, un microbiólogo, ecologistas,..., cada uno de los cuales desarrolla su propio proyecto durante el trayecto. En cada una de las escalas establecidas, desarrollan un intenso trabajo de campo, organizando distintas actividades y talleres, a la vez que tratan de incrementar esa carga simbólica buscando nuevas semillas que llevar hasta su destino final. Así es, explica Borragán, como han contactado con el Banco de Semillas de Cantabria, que atesora una pequeña colección activa de variedades locales, sobre todo de hortalizas, y con agricultores que aún guardaban en sus arcones la variedad de cereal que habían cultivado durante generaciones. Una de las grandes sorpresas se la han llevado en Vega de Liébana. Allí en el conjunto etnográfico de la Casa de las Doñas, en Enterrías, han encontrado trigo con siglos de antigüedad en sus paredes de adobe, entre la paja mezclada con barro.
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