Partidos y liderazgos
No es que los diputados del PP ya ni se molesten en disimular la fractura autodestructiva, sino que incluso se recrean en ella
Jesús Serrera
Martes, 23 de mayo 2017, 08:31
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Jesús Serrera
Martes, 23 de mayo 2017, 08:31
Los estragos de primarias y congresos se hacen muy visibles en el Parlamento de Cantabria. A un costado del hemiciclo, el Grupo Popular profundiza en ... su rebeldía mayoritaria contra la nueva presidenta del partido, María José Sáenz de Buruaga, sin que se vislumbre por ningún lado una salida pacífica. Ni el palo ni la zanahoria ni la presión de Génova han funcionado hasta el momento en el bando que apoyó a Ignacio Diego en la pugna interna. No es que los diputados del PP ya ni se molesten en disimular la fractura autodestructiva sino que incluso se recrean en ella.
En el otro lado, en la bancada socialista, ninguno de sus cinco diputados ni los tres consejeros se habían pronunciado en apoyo de Pedro Sánchez, que acaba de ganar las primarias con contundencia en toda España y que ha arrasado en Cantabria. El dato ilustra la enorme distancia existente entre el aparato y la militancia, entre la cúpula de la calle Bonifaz y la práctica totalidad de las agrupaciones.
El proceso de primarias y congreso de los socialistas cántabros, antes o después del verano, tendrá que reflejar necesariamente, ya se verá hasta qué punto, la nueva realidad del partido que Eva Díaz Tezanos y su gente de confianza observan con gran preocupación desde la misma noche del domingo.
El sistema de primarias fortalece la democracia interna de los partidos, pero los riesgos de división son evidentes cuando se desata la batalla con un pronóstico incierto. Con la fuerza de las siglas en declive frente la pujanza de los liderazgos personales, las primarias tampoco son garantía de éxito como ha comprobado Hamon, aupado por los militantes socialistas y destrozado en las urnas por el conjunto de los electores, que han preferido a Macron, aunque ni siquiera tenga un partido detrás.
Quién sabe si los militantes del PRC serán llamados algún día a elegir al sucesor de Miguel Ángel Revilla entre dos aspirantes, pero por el momento todos confían en que su líder indiscutible esté en condiciones de aplazar ese trance hasta después de las elecciones de 2019.
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