"La empresa familiar es la que mantiene el tejido empresarial"

¿Ha sido difícil crecer y competir sin la entrada de capital extranjero?

Todo viene del origen de nuestra empresa. En un mundo globalizado, cada vez es más difícil competir. La empresa está en muy buenas condiciones, sigue creciendo. Además de una buena gestión, lo que nos hace diferentes son nuestros valores, los que existían cuando se fundó la empresa y que siguen totalmente vigentes. El primero es el compromiso. Nuestro orgullo es poder decir que hay personas que llevan más de 30 años trabajado con nosotros y que tenemos clientes muy importantes también desde hace más de 30 años. Hemos sabido adaptarnos con ellos. El compromiso que hemos adquirido con nuestros clientes no hubiera sido posible sin el compromiso de nuestros empleados. El segundo valor es la humildad, es el más importante. Es la capacidad de aprender del entorno. Si estamos donde estamos es por todo lo que hemos aprendido de nuestros clientes y de nuestros empleados. El tercer valor es el amor. Para poder trabajar en nuestra empresa es de obligado cumplimiento hacer la vida más fácil a la persona que tienes al lado. Así conseguimos un entorno familiar muy favorable. La vida laboral y la familiar están muy ligadas.

¿Cómo fundó su padre la empresa?

Mi padre nació en Cimballa, un pueblecito de Zaragoza. Pasó una infancia de pobreza y necesidad. Con 20 años fue a la mili a Calatayud y vio por primera vez un semáforo. Aprovechó para sacar el carnet de conducir y al morir su madre decidió que quería salir del pueblo para conocer mundo. Como nadie le empleaba porque no tenía experiencia, en 1967, con las cosechas de un campito que tenía, pagó un camión de segunda mano.

¿Usted y su hermano siguen manteniendo el mismo espíritu en la empresa que cuando se creó?

Tan importante es saber dónde va una empresa como de dónde viene. En 2015 mi padre decidió cedernos las riendas del negocio, aunque siempre hemos estado muy ligados a la empresa. Es parte de nuestra vida. Mis primeros recuerdos son corriendo por el almacén entre paquetes.

¿Su presencia en Acefam es para explicar la trayectoria de su empresa familiar?

La empresa familiar es la que sustenta el tejido empresarial en España. Uno de los grandes retos es la sucesión. Gran parte del fracaso de las empresas familiares es por no hacer bien este proceso . En nuestro caso, ha coincidido que a los dos nos gusta el negocio. Mi padre ha tenido la suficiente humildad de reconocer que hay ciclos en la vida y nos ha cedido el mando aunque está todos los días en la empresa. Es como un hijo más para él. Acefam está haciendo una labor muy importante en Cantabria asesorando a las empresas familiares.

¿Cómo se ha producido la transición?

Con una gran responsabilidad. 2.000 familias directas dependen de la gestión de mi hermano y mía. El objetivo es dejar una empresa más grande a la siguente operación, la tercera, con todos los sacrificios que conlleva. Ser empresario es un orgullo aunque no está todo lo reconocido que debería.

¿Cuál ha sido la facturación en 2016 y cuáles son las previsiones para este ejercicio?

El pasado año cerramos con 130 millones y tenemos previsto aumentar en un 4,5%.

¿Una de las claves de su empresa se basa en la especialización como es el transporte de medicamentos?

No somos una compañía generalista, trabajamos para ámbitos muy específicos. Uno de los últimos nichos de mercado en el que hemos entrado, y para el que hemos tenido que invertir mucho, es el sector farmacéutico, que experimenta un gran crecimiento. También estamos presentes en otros sectores muy exigentes como el de herramientas, tecnología y cosméticos. Con red propia cubrimos España y Portugal y en Europa somos socios fundadores de Eurodis. Tenemos delegaciones en todas las provincias.