La transformación digital, negocio multimillonario para España

España, sin embargo, no parte precisamente en la locomotora de este tipo de transformación. Al menos, así lo muestran las estadísticas que elabora la Unión Europea. El más apropiado al respecto, según los expertos, es el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI en inglés), en el que España ocupaba el puesto 14 entre los Veintiocho a la finalización de 2016. Su puntuación de 0,54, no obstante, solo está dos décimas por debajo de la media comunitaria (0,52).

Mejor le va en materia de conectividad -aquí el 81% de los hogares cuenta con banda ancha de nueva generación frente al 37% en Europa-, aunque los españoles utilizan menos el comercio electrónico (un 54% frente al promedio del 665) y también la banca 'on line' (54% ante 59%), si bien el país asciende al puesto 11 en cuanto al grado de integración de sus empresas en las tecnologías digitales. Asimismo, en servicios públicos digitales España está por encima de la media de la UE (0,72 puntos frente a 0,55).

Las compañías españolas no salen mal paradas en la comparación internacional, aunque tampoco son de las más destacadas. Así, según la Encuesta Mundial sobre el Coeficiente Digital de las Empresas que elabora cada año la consultora PwC, se encuentra por encima de la media, aunque también en parte porque en el extranjero se han ralentizado los avances en esta materia. Así, el 56% de los directivos de firmas españolas considera «alto o muy alto» el grado de digitalización de ellas, frente al 52% de sus colegas foráneos que piensan lo mismo de las suyas a nivel global -en Alemania, por ejemplo, se llega al 65% y en EE UU se quedan en el 59%, pero en Reino Unido no pasan del 55% y en Italia del 48%-. La paradoja es que mientras en España se ha crecido 11 puntos en esta valoración en los dos últimos años, fuera se han perdido 15.

Pero todavía queda bastante camino por recorrer y por eso la CEOE ha presentado esta semana en sociedad su Plan Digital 2020 para impulsar este tipo de desarrollo en el próximo cuatrienio. En juego está la posibilidad de engordar el Producto Interior Bruto en ese horizonte temporal en más de 35.600 millones de euros. Y es que, sostiene la patronal, con las propuestas empresariales en esa materia se incrementaría un 3,2% el Producto Interior Bruto (PIB) del año citado.

No es lo único que está sobre la mesa si hablamos de grandes números. Desde la patronal estiman que se podrían generar hasta 250.000 empleos nuevos. Para ello sería necesario «revitalizar» lo que en su plan se denominan como «tres pilares básicos»: educación, innovación y emprendimiento. Asimismo, sería necesaria «la implicación de todas las Administraciones Públicas y de todos los sectores productivos».

Más dotación presupuestaria

En el primer caso, los empresarios entienden que se debe impulsar una Administración Electrónica «completa» aunque, según el Ejecutivo, ya ahorra más de 20.000 millones al año a las arcas públicas reduciendo distintos tipos de costes. Pero también piden aumentar las partidas presupuestarias para proyectos de inversión digital, lo que choca con los planes gubernamentales.

En el proyecto de Presupuestos para 2017, actualmente en el trámite parlamentario, la tijera se ha dejado ver en lo que se refiere a la llamada economía digital. Así, los programas de innovación tecnológica de las telecomunicaciones, así como de investigación y desarrollo de la Sociedad de la Información, han visto recortadas sus dotaciones un 20,9% (recibirá 530 millones) y un 1,7% (124 millones), respectivamente.

Resulta llamativo que en las primeras cuentas públicas donde la agenda digital (y dentro de ella las telecomunicaciones) adquiere rango ministerial -pasa a acompañar a la energía y el turismo dentro de la cartera que dirige Álvaro Nadal-, este tipo de créditos sufran recortes. En concreto, 142 millones menos.

Por eso, entre las reclamaciones de la CEOE también figura que una comisión del Congreso de los Diputados controle de forma específica los avances en la digitalización del país, asegurando además «la existencia del marco legislativo adecuado». Los empresarios tienen claro que para dar «pasos decididos» en ese camino hace falta «realizar mayores progresos en la racionalización normativa», esto es, que el Gobierno central se ponga de acuerdo con las comunidades autónomas y los ayuntamientos y, además, todos sigan las directrices europeas.

Mirando a Europa

No en vano, otra de las peticiones de la patronal es que se coordinen en la práctica las medidas a seguir en el referido Pacto de Estado con la llamada Estrategia Europea de Digitalización incluida en el programa Horizonte 2020 de Bruselas. Uno de los fines del mismo es la puesta en marcha del Mercado Único Digital, considerado una prioridad «esencial» por la Comisión que preside Jean-Claude Juncker. Y cuando esté «plenamente funcional», las autoridades comunitarias estiman que «podría aportar» 415.000 millones de euros anuales a la economía europea y «crear cientos de miles de nuevos puestos de trabajo».

Conscientes de ello, los empresarios quieren crear «sentido de urgencia» en la sociedad respecto a la digitalización y a principios de marzo entregaron su plan al ministro Nadal. En él se pide también al Gobierno que «procure alcanzar» el 3% de gasto público (en PIB) en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) para 2020, duplicando así con creces el 1,2% actual (los últimos datos son de 2015) que deja a España un 39% por debajo de la media europea.