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El acuerdo alcanzado ayer en Bruselas para reducir el consumo de gas ha sido calificado de 'político', lo que traducido al romance quiere decir que se ha cocinado un punto de encuentro que no da la razón a nadie y no castiga a ningún país. ... La Comisión europea podrá aducir en su defensa que el planteamiento era correcto y el racionamiento necesario, además de mantener sin cambios el hito del 15%. Por su parte, los países que se oponían a ello –liderados por España– han obtenido un gran número de excepciones, demasiado abiertas, cuya concreción puede llegar a deslucir el objetivo marcado. Al final, me temo que todo dependerá de la imprevisible decisión rusa con respecto al suministro de gas cuya volatilidad, disfrazada de cuestiones técnicas, responde a sus deseos de manejar la presión sobre los países que ayudan a su enemigo.
Si ya estaba garantizada la salvaguarda de los consumidores individuales y si se establecen excepciones en base a reservas, capacidad de interconexión y puesta a disposición común de instalaciones propias de regasificacion, se podrán minimizar los perjuicios causados a aquellas empresas en las que el gas resulta un elemento fundamental de sus procesos industriales que era el objetivo principal a conseguir.
La posición europea es débil, sin poder abandonar la dependencia de Rusia y con dificultades para implantar una solidaridad necesaria para un momento de carencias tan graves. Añadan las amenazas de un estancamiento severo de la actividad, una soberbia subida de precios y el inicio del endurecimiento de la política monetaria y obtendrán un panorama muy delicado.
Solo nos queda confiar en que nuestros resabios insolidarios hayan quedado aplacados con el acierto alcanzado y sienten precedente cuando haya que implementar el TPI destinado a impedir las disparidades de las primas de riesgo, en las que vamos a necesitar que la solidaridad – que no será poca–, se ejerza sin reservas.
Sin olvidar que todo esto sucede mientras seguimos prohibiendo explorar y, no digamos, explotar, nuestras propias reservas de gas. Acuérdese de ello cuando pague la factura, que esa no la evita el acuerdo de ayer. El gas llegará, pero será muy caro. Elegimos un mal día para reñir con Argelia.
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