Secciones
Servicios
Destacamos
Los ambientes familiares con adolescentes pueden derivar, en sólo décimas de segundo, desde un momento de tranquilidad absoluta a una situación de confrontación y ... ello puede desencadenar que perdamos los nervios y que se genere un momento de alta tensión. Ello no es ni bueno ni sano.
Convivir con jóvenes de estas edades es difícil y complicado porque el momento evolutivo que viven viene plagado de manifestaciones de rebeldía, desobediencia y protesta.
La orientación más certera es que hay que llenarse de paciencia, almacenar toda la serenidad posible desde por la mañana. Esa será nuestra mejor herramienta para controlar y canalizar la situación. Por otro lado, difícilmente ellos podrán serenarse y calmarse si nosotros no lo estamos.
Un principio básico es que hay que exigirles corresponsabilidad y eso requiere negociar y pactar obligaciones domésticas y académicas para compensarlas con derechos y permisos para su tiempo libre, de ocio o de entretenimiento y comunicación virtual que es el gran compañero de ellos, máxime en estas circunstancias. El compromiso debe ser de ambos, adolescente y padres, y el cumplimiento acatado con disciplina y exigido con moderación
La situación que estamos atravesando es incierta y provoca que todos tengamos una dosis alta de estrés pero los adultos somos el ejemplo, el modelo de comportamiento en el que ellos se miran y, en definitiva, el ejemplo que guía su autocontrol posibilitando que puedan gestionar adecuadamente las emociones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.