Flexibilidad vs rigidez

La rigidez puede caracterizarse porque: las nuevas circunstancias o cambios, aunque sean pequeños, pueden no tolerarse o llevarse con mucho malestar. Porque las personas que la padecen pueden negarse a simplemente 'probar' otros modos de actuar distintos, que no estén bajo su paradigma personal, lo que les dificulta mucho el cuestionamiento. La incertidumbre, no saber qué puede pasar, les genera mucho malestar. Son personas bastante estancadas en las situaciones del pasado, sin capacidad para posicionarse en el presente de un modo cómodo y resolutivo.

La flexibilidad mental nos facilita el ser más creativo frente a los problemas, más ajustados a los cambios, y en definitiva mejora nuestra resiliencia y confianza en uno mismo. Algunas estrategias que pueden ayudarnos son: tomarse este reto de cambio con humor, el humor es signo de flexibilidad, cuando somos capaces de bromear con algo nuestro, quiere decir que ya podemos valorarlo desde otro prisma; e dentificar los desencadenantes de la rigidez. Construir la rueda de posibles soluciones, dibujarla, escribirla y analizar posibles alternativas. Aprender algo totalmente novedoso. Conocer a personas nuevas, viajar… «Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.» Darwin.