Yo soy yo

El pintor se presentó ante el emperador con dos cuadros. Cada uno mostraba un edificio distinto. El emperador, enfadado, mandó desterrar a los dos arquitectos por no haber realizado lo que les pidió. Antes de marchar, uno de los arquitectos consciente de cual podía ser su suerte, pero siendo consecuente con sus pensamientos y sentimientos, se dirigió al emperador: «Majestad, los palacios nunca podrían ser iguales. A su excelencia se le olvidó tener en cuenta los materiales disponibles, el terreno elegido, las necesidades climáticas, los trabajadores y todas las circunstancias propias de cada uno de los lugares que hacían imposible que los palacios pudieran ser iguales».

Es importante descubrir que la originalidad no consiste en decir lo que nadie ha dicho antes, sino en decir exactamente lo que uno mismo piensa. Hacer nuestra tarea, encontrar nuestra voz, eso es ser auténtico, y más auténtico serás cuanto más te parezcas a lo que has soñado de ti mismo, ¡Qué triste sería qué siendo un original, muramos siendo una vulgar copia! Ser uno mismo, no puede haber nada más hermoso. «Yo soy yo y mis circunstancias» Ortega y Gasset.