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Poco a poco, casi a cachucos, avanza la construcción del AVE a Cantabria, que no a Santander, única ciudad del norte peninsular a la que no está previsto llegue tal medio de transporte pues, como es sabido, el mismo, después de entrar tímidamente en nuestra ... Comunidad, tiene previsto llegar solo hasta Reinosa –para lo que fue necesario que al Ministerio de Fomento llegase Iñigo de la Serna, pues si así no hubiese sido se habría quedado en Alar del Rey, en la Provincia de Palencia– para desde allí cambiar al ancho ibérico y utilizando la vía de siempre, la tortuosa y lenta vía que desde hace muchos años nos une con la meseta, acercarse lentamente a nuestra ciudad.
Conformarse con este proyecto creo que es algo que los cántabros no debiéramos admitir, pues si a Galicia, a Asturias y al País Vasco, por citar las otras tres Comunidades Autónomas que junto a Cantabria conforman el mapa autonómico en el norte peninsular, el AVE va a llegar en toda su plenitud, y sus principales ciudades van a quedar conectadas con Madrid con este sistema de vía rápida y ancho europeo, no existe ninguna razón para que Santander no tenga un ferrocarril de las mismas características. Mientras esa decisión se adopta –que con el actual Gobierno de España, su ministro de Transportes y sus representantes políticos en Cantabria, mucho me temo que será imposible– el Gobierno de Cantabria, y sobre todo los diputados que nos representan en el Congreso de los Diputados, deben exigir al Gobierno de España una serie de medidas complementarias al proyecto actualmente en marcha al objeto de reducir los tiempos de conexión de nuestra ciudad con Madrid y con las capitales de la Comunidad de Castilla y León, principalmente Palencia y Valladolid, ademas de facilitar con ello los cercanías de las localidades de nuestra Comunidad que tal línea atraviesa. Para ello se debiera prolongar la doble vía desde Santander a Torrelavega, actualmente en ejecución, hasta Barcena de Pie de Concha, lo que representaría una mejora muy importante en nuestros cercanías, además de una reducción de tiempo de esos 'casi AVES' que llegarán, o partirán, de Reinosa, a la vez que supondría también una mejora importante para el desarrollo del corredor industrial que debemos impulsar entre Torrelavega y Los Corrales.
Conformarnos con lo que el Gobierno de España nos vaya dando sin hacer nada por nuestra parte cuando vemos las concesiones que constantemente ese mismo Gobierno viene haciendo a otras comunidades, y muy principalmente a algunas que como Cataluña su objetivo es conseguir más y más poder para llegado el momento intentar separarse de España, creo que no es responsable por nuestra parte y que, por ello, debemos exigir a quienes nos representan en el Parlamento de la nación que a la hora de aprobar los presupuestos generales del Estado si no se da el tratamiento que merece Cantabria ellos votarán en contra de los mismos, salvo, claro es, que estén de acuerdo con tales políticas y con el consiguiente postérgamiento de nuestra región.
En paralelo con la realización de las obras citadas y dado que es difícil, al menos por el momento, que el Ministerio de Transportes aborde la realización de un proyecto para traer el AVE hasta Santander, sería conveniente realizar un estudio, serio y riguroso, para lograr la mejora del tramo de la actual vía entre Barcena y Reinosa, aunque sea en vía única, (que ya es admitir por nuestra parte, pues no podemos olvidar, como se ha dicho anteriormente, que Cantabria sería la única Comunidad del norte de España que no contaría con vía de AVE para acceder hasta su capital), estudio que podría realizar el Gobierno de Cantabria ya que su ejecución repercutiría en la reducción de los tiempos necesarios entre ambas localidades y, lo que no es menos importante, en la seguridad de los trenes que por ella circulasen. Este estudio, una vez elaborado, sería puesto a disposición del Ministerio de Transportes para la redacción del correspondiente proyecto, dado que sería dicha Administración la encargada de su ejecución, lo que obligaría a la misma, y a sus representantes en Cantabria, a posicionarse públicamente sobre el mismo. Cruzarnos de brazos y esperar a ver si nos dan alguna migaja de lo que a otros dan a manos llenas, con quejas que no van a ninguna parte, o simplemente echando la culpa a los demás, pienso que no es la mejor solución que los cántabros podemos adoptar, por lo que debemos ser nosotros mismos los que tomemos la iniciativa y pongamos sobre la mesa de quien corresponda lo que queremos hacer y como lo queremos hacer, pues solo así se nos respetará y solo así podremos obtener lo que en buena ley nos corresponde.
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