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La estación de esquí de Brañavieja, en Alto Campoo, un año más, y cada vez con más frecuencia, tuvo que retrasar su entrada en funcionamiento ... por la falta de nieve y, una vez más, y cada vez con más frecuencia, fue cerrada a los pocos días por la desaparición de la escasa nieve hasta ese momento acumulada, y todo ello a pesar del magnífico trabajo realizado para fabricar nieve artificial para obtener unos kilómetros de pistas esquiables, lo que permitió, tan pronto volvió a nevar un poco, reabrir la estación para prolongar su funcionamiento el máximo que sea posible.
A la vista de lo anterior, uno de los diagnósticos lógicos sería concluir que Brañavieja, como consecuencia del cambio climático, lo más probable es que un día, quizás no muy lejano, ante la escasez de nieve, no permita la práctica del esquí, o lo haga en un tiempo muy corto del invierno, y por tanto los aficionados a tal deporte tengan que buscar otro lugar donde practicarlo.
Claro, que cuando hablamos de Brañavieja pensamos inmediatamente en el esquí, por ser ésta la actividad prácticamente en exclusiva realizada en la misma durante muchos años en los que la nieve abundaba y la temporada se alargaba por varios meses. Yo aún recuerdo cuando mis propios hijos eran pequeños y los viernes, a la salida del colegio, a partir de finales de noviembre, los recogíamos para subir a Brañavieja, donde pasábamos todo el fin de semana en el que los chicos y los mayores disfrutábamos ampliamente de la naturaleza en toda su grandeza e intensidad, prolongándose dicha etapa invernal prácticamente hasta las vacaciones de Semana Santa.
Hoy, como se deduce de lo expuesto anteriormente, eso es impensable, y lo que es más grave, la situación no solo no tiene trazas de mejorar sino que lo más probable, y así lo indican todos los expertos y lo certifica la realidad cada año, es que la situación vaya a peor y en consecuencia las temporadas con nieve sean cada vez más cortas y por ello, aunque la nieve natural se refuerce con la producida de forma artificial, las posibilidades de practicar el esquí, al menos en pistas de una cierta importancia, será cada vez menor y durante mucho menos tiempo.
Es por todo lo anterior por lo que una vez más debemos plantearnos la pregunta que de forma reiterada se ha venido exponiendo en estas mismas páginas sobre el futuro de Brañavieja y en las que se instaba a las correspondientes autoridades implicadas en la materia, principalmente el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso, a adoptar las medidas pertinentes para buscar soluciones de futuro para dicha estación, sin olvidar, claro es, a la amplia colonia de propietarios de las viviendas existentes, los cuales tienen, o debieran tener, algo que decir.
A este respecto quisiera hoy referirme nuevamente a la información publicada en este mismo periódico en marzo de 2021 en la que se daba cuenta de que Ciudadanos Cantabria había logrado el respaldo de todos los grupos en el Parlamento regional para desarrollar un estudio de las opciones que ofrece la estación de esquí de Alto Campoo y su entorno para realizar actividades de turismo activo y de aventura fuera de la temporada de nieve. A tal fin su portavoz en la correspondiente Comisión señaló la necesidad de planificar actuaciones el resto del año para garantizar la rentabilidad de las importantes instalaciones con las que cuenta, de forma análoga a lo que ya se hace en otras estaciones similares, propiciando con ello un impacto positivo y continuado en la economía de toda la comarca.
¿Qué ha sido de tal estudio? ¿Se ha obtenido, como consecuencia de él, alguna conclusión? ¿Se han elaborado propuestas concretas para el futuro de Brañavieja? ¿Se ha consensuado algún proyecto para el futuro de la estación? ¿Se ha marcado algún plazo de tiempo para la puesta en marcha de tales proyectos?
En estos tiempos en los que las familias y los ciudadanos en general, incluidos los visitantes de otros países, quieren alejarse de unas ciudades cada vez más congestionadas, moverse libremente por campos abiertos y montañas accesibles y seguras, visitar pueblos y formas de vida tradicionales, en definitiva disfrutar de la naturaleza y al mismo tiempo poder realizar actividades culturales, gastronómicas y de ocio, es indudable que Brañavieja, en base a las instalaciones que ya posee, así como las que fuese preciso añadir, incluidas las viviendas que es seguro muchos de sus propietarios pondrían a disposición de la empresa que gestionase el correspondiente programa, podría tener un espléndido futuro no solo para la época, mayor o menor, en que haya nieve sino también para el resto del año, con lo que ello aportaría a la economía de toda esa zona y al consiguiente asentamiento de más población en el territorio.
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