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No son los muertos los que bailan

Halloween es el iceberg de la perversidad globalista del capitalismosalvaje contra la identidad de España

Martes, 31 de octubre 2023, 07:09

El otoño ha llegado a Cantabria. Después del azote de unos días de Sur, llueve, con las cimas de Lamasón, Liébana, Campoo empenachadas de nieve, mientras desnudan nuestros polícromos hayedos y castañares sus hojas. La naturaleza, ciclo vital, se adormece, intuyéndose el invierno sobre brañas ... y bosques. Otoño, nunca olvidaré los otoños de Lamasón, es una época especial, de recoger el ganado, acarrear la leña, atizar los primeras lumbres del hogar, recolectar manzanas y moras, pasear con la límpida luz del ocaso marino, cosechar algas en desiertas calas… y meditar sobre la muerte y sobre la vida. Y escribo estas líneas no como defensa cristiana del Día de los Difuntos, porque como enseña nuestro egregio paisano Menéndez Pelayo' en su 'Historia de las ideas Estéticas de España', «en arte soy pagano hasta los huesos, pese a quien pese», sino como alegato humanista de la belleza de meditar un nuevo otoño el misterio de la muerte y de la vida, inseparables del hombre.

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