Un jarro de agua fría, ni es útil ni es justo, una auténtica faena, una cortapisa sin precedentes, indignación, agravio, inquietud, la medida no se sostiene por ningún lado, se recortan nuestros derechos, no son conscientes del daño que pueden llegar a hacernos, después de ... todo lo que hemos sufrido, una barbaridad, es el pan de nuestros hijos...
Son los términos empleados por el sector de la hostelería en los medios de comunicación para referirse a la nueva medi-da que restringe su actividad. ¿Hablan desde Kiev o Kabul? Quizá en Ucrania y Afganistán no tengan hijos. O les sobre el pan. El caso es que no se quejan tanto. Aunque tan solo se lamentan los que venden alcohol de noche. A hoteles, teterías, chocolaterías… no les afecta nada. No toda la hostelería molesta igual.
«Los vecinos deben comprender que viven en la zona de vinos». ¿Por qué no hacemos un ejercicio de redacción y modificamos algo en esa afirmación? Los hosteleros deben comprender que han instalado su negocio en una zona donde viven ciudadanos que madrugan, que trabajan y que tienen hijos que alimentar. ¿Qué tal queda?
«Y con la maltrecha economía de Torrelavega...». Los hosteleros se creen los únicos que contribuyen al sostenimiento del país. Craso error. La economía de Torrelavega fue pujante y su población aumentó cuando se instalaron industrias, no bares. Los países o regiones económicamente fuertes son los industriales, no los de servicios. La industria ofrece más puestos de trabajo, mejor cualificados, con mejores condiciones y sueldos. Cualquier sindicato lo sabe.
Los hosteleros se creen los únicos que contribuyen al sostenimiento del país
«No hay bastantes denuncias para justificarla (esa medida), solo son 30 vecinos». Hay sentencias judiciales en tribunales españoles y europeos contra hosteleros por molestias a un solo vecino. ¿Acaso le dice un juez a un homicida: «Ya lo encarcelaré cuando haya matado a 3.000»? ¿Conocen los hosteleros la canción de Dylan?
La medida en sí es una limitación de horario que afecta solo a los días de menos consumo, el cierre será hacia la una o las tres. ¿Les parecen poco esas horas? ¿Los vecinos estarán a prueba de sueño? ¿Somos electrodomés- ticos o personas con derechos? Seis meses se cumplen cuando empieza el verano y toman posesión los nuevos ediles. Se dirá que hay que «ayudar al turismo y a la economía», y cuatro años de margen para liberar horarios otra vez. Pero los vecinos siguen necesitando trabajar y dormir como siempre, no son turistas en un parque de recreo.
Diferencian bares y discotecas de botellones en la calle. En Santander, los bares y las discotecas permiten a sus clientes salir ala calle a fumar y a beber. Los vecinos de esas zonas vivimos entre auténticos vertederos de basura.
«Castro se llena de público joven procedente del País Vasco». Pues lo mismo que la costa insular o meridional se llena de británicos que llegan allí a hacer lo que no les permiten en su país. En el País Vasco ya hay municipios que obligan a estos negocios a recoger las terrazas a las once y los fines de semana a las doce. Con una hora más en el verano. Las ordenanzas de varias ciudades españolas obligan a lo mismo. Las discotecas y los 'after' se llevan fuera del casco urbano, se limita el número de bares en las zonas acústicamente saturadas y la policía, que lleva sonómetros, sanciona y cierra si ello procede. Si en Cantabria no se legisla como es debido, seremos el Magaluf del norte y la vergüenza de la cornisa cantábrica. A zonas así no quiere ir ningún funcionario que quiera disfrutar de su descanso.
«Dudo que esa medida sea constitucional». Los artículos 43 y 45 de la Constitución Española lo dicen bien claro. Todos los ciudadanos están obligados a acatarla. Y todos los gobernantes son garantes de su cumplimiento pues de lo contrario prevaricarían.
Recomendamos: Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, Directiva 2002/49/CE del Parlamento Europeo sobre Ruido Ambiental, Ley del Ruido de 2003, Libro Verde de la Comisión Europea, Directiva (UE) 2015/996 de la Comisión 19 mayo 2015, Ordenanza Tipo de la FEMP. Indicaciones de: OMS, Instituto de la Salud Global de Barcelona, Instituto de Salud Carlos III.
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