El Ayuntamiento de Torrelavega lleva meses queriendo imponer una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) con el falso mantra de que es para mejorar de la calidad del aire. Desde la Plataforma Salvar Torrelavega no negamos la importancia del cambio climático, sería ridículo, pero abogamos por ... hacerlo compatible con el mantenimiento del tejido comercial, hostelería y de servicios, esencia misma de la ciudad. Por eso nos oponemos firmemente a una ZBE que sirva como excusa para imponer multas de 200 euros, con recargos del 30% a los reincidentes 24 horas al día, los 7 días de la semana, ya que esto podría tener consecuencias catastróficas para la economía local.
Pese a la campaña emprendida por el Ayuntamiento, los datos son tozudos y demuestran que la calidad ambiental en Torrelavega es excelente, gracias a la gran peatonalización, el bulevar ronda y a nuestro clima, superando a otras ciudades exentas de la ZBE, como Pontevedra. Por lo tanto, desde la Plataforma consideramos que no es necesario aplicar restricciones tan severas con multas elevadísimas, salvo que se quiere utilizar esa coartada para 'hacer caja'.
La urgencia en poner en marcha la ZBE, con nula participación por parte de ciudadanos, empresas y entidades afectadas, nos reafirma en el convencimiento de que nuestro Ayuntamiento y sus políticos han querido tirar millas en este asunto (como en tanto otros, léase la calle Julián Ceballos) para que el tiempo tape cualquier protesta y poder empezar a ingresar las codiciadas multas lo antes posible.
La Plataforma ha hecho lo que no ha hecho el Ayuntamiento: informarse e informar a los ciudadanos, y eso parece que no ha gustado nada a nuestros políticos. De ese análisis comparativo con otras ciudades hemos elaborado una propuesta para aplicar una ZBE que no sea tan amplia, una en la que se restrinja el tráfico a solo una de las grandes super manzanas ya peatonalizada en el centro urbano. Esto cumpliría con la ley sin afectar gravemente a la actividad económica. Torrelavega seguiría siendo accesible a los vehículos de vecinos de la periferia y de toda la comarca del Besaya.
Además, la Plataforma sugiere que las restricciones de la ZBE se apliquen en horarios razonables, sólo de lunes a jueves, de 10 a 13.30 y de 16.30 a 20 horas, sin afectar a ninguno de los empadronados que aquí pagan sus impuestos. Esto evitaría perjudicar innecesariamente a los comercios, hostelería y profesionales locales, manteniendo el dinamismo comercial de nuestra ciudad.
Creemos que la obra del soterramiento de FEVE requiere una consideración especial, de forma que hasta su finalización no debería aplicarse el régimen sancionador de la ZBE. Además, esperamos que los parkings en altura de La Carmencita y del Ferial de Ganados estén operativos antes de imponer multas.
Creemos necesario también que existan días exentos de ZBE, como los viernes, sábados, festivos, domingos y fechas señaladas (quince días en la Patrona y también en Navidad) no sujetos a sanciones, como forma de garantizar el acceso de visitantes a los establecimientos locales.
Desde la Plataforma criticamos la falta de un análisis completo de impacto económico y social en la propuesta de ordenanza de la ZBE, porque ha sido diseñada en un despacho, sin atender a las peculiaridades de Torrelavega y de su tejido socio-económico. No olvidemos que Torrelavega es la ciudad de referencia para más de 200.000 personas, que con una mala ZBE expulsaremos en favor de los centros comerciales de alrededor o las grandes superficies de Santander. En definitiva, dejarán de ser nuestros clientes para ser de otros.
Creemos que a los gobernantes locales les ha faltado lealtad con la población al afrontar la aplicación de la ZBE, porque han optado por la solución más fácil: no consultar a los colectivos empresariales y ciudadanos afectados, aplicando una normativa sin considerar las particularidades de nuestra ciudad y sin buscar un equilibrio entre un medio ambiente extraordinario —cuatro veces menos contaminado de lo que fija la Unión Europea— y una economía muy debilitada por las ventas 'on-line' y la presión de las grandes superficies de nuestro entorno.
En resumen, desde la Plataforma Salvar Torrelavega abogamos por una solución más equilibrada y valiente, que proteja nuestro medio ambiente pero también nuestra economía local. La imposición indiscriminada de multas no es la respuesta adecuada. Esperamos que nuestros líderes reconsideren su enfoque y busquen alternativas más sensatas y justas para todos los ciudadanos, como ya se está realizando en otros municipios. Porque, de lo contrario, la ZBE será sinónimo de ruina para Torrelavega.
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