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Nuestra Asociación para la Ayuda a las Mujeres con Cáncer de Mama (Amuccam), se une a la celebración, el 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer y apoyamos la iniciativa de Naciones Unidas: «Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad. Invertir ... en las mujeres: acelerar el progreso».
La igualdad de género es un reto en materia de derechos humanos e invertir en políticas de igualdad de género es la piedra angular para crear sociedades inclusivas; el progreso en femenino beneficia a toda la sociedad.
Apoyamos los esfuerzos y las iniciativas dirigidas a fortalecer la igualdad de forma integral y transversal, acabar con la violencia de género y garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida, porque es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible en un futuro. Se hace necesario eliminar los obstáculos que limitan los avances hacia la igualdad y ello supone erradicar la violencia de género, acabar con las diferencias salariales y laborales y activar medidas para conciliar la vida laboral con la familiar y hacer realidad una mayor corresponsabilidad en el reparto de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares. Las mujeres en muchos lugares del mundo ven cómo aumentan la violencia de género y cómo se enfrentan a cuidados no remunerados y a altos índices de paro y pobreza.
Siguen vigentes los objetivos declarados por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1977 que declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer: promover la igualdad de género, empoderar a las mujeres, eliminar todo tipo de discriminación y conseguir la plena participación de la mujer en la sociedad en las mismas condiciones que los hombres.
Naciones Unidas seleccionó ese día porque el 8 de marzo de 1857 un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York realizó una marcha para protestar por los bajos salarios y pedir mejores condiciones laborales. La jornada terminó con 120 mujeres muertas por disparos de la policía que dispersó la marcha y por el incendio provocado en la fábrica.
Las mujeres con cáncer de mama en todas sus fases, queremos convertir los desafíos en oportunidades y no nos hemos resignado a que los derechos sean considerados como una mercancía y a que la vida y la salud se consideren como una mera referencia presupuestaria y rechazamos las actitudes y discursos de quienes cuestionan los derechos de las mujeres o niegan la violencia de género, porque nuestra libertad es un patrimonio colectivo y frente a quienes nos niegan la libertad, defendemos valores como la igualdad, la solidaridad, el respeto y la tolerancia.
Debemos recordar hoy, que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1951 adoptaba un importante Convenio sobre 'Igualdad de Remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina', lo que ha servido para cimentar el principio de no discriminación de «salario igual a trabajo de igual valor».
Desde nuestras organizaciones de mujeres con cáncer de mama en todas sus fases, comprometidas y solidarias, queremos formar parte de una sociedad dinámica, cohesionada, plural, participativa e inclusiva donde hombres y mujeres nos esforzamos por hacer verdad un futuro mejor, donde progrese la igualdad en los ámbitos del bienestar y la protección social y con servicios públicos de calidad en los ámbitos de la salud y la educación que respondan a las necesidades de las mujeres.
Desde la igualdad, las mujeres contribuimos a construir una sociedad más justa, pacífica y sostenible y colaboramos a evitar los riesgos medioambientales. Nadie en la sociedad actual puede ignorar el valor y la aportación de la mitad de los recursos humanos disponibles. Es un error no aceptar el valor de la aportación de esa mitad de recursos humanos. Y si las mujeres somos hoy la mitad de la tierra aspiramos legítimamente a compartir la mitad del cielo y la mitad del poder.
Las mujeres con cáncer de mama en todas sus fases, defendemos la equidad sin discriminación alguna, en el acceso al sistema público sanitario, facilitando la igualdad a la prevención, a los servicios médicos, a los tratamientos, al acceso a los fármacos más eficaces e innovadores y a la atención psicosocial.
Porque las mujeres estamos plenamente capacitadas para influir en el mejor desarrollo de nuestras sociedades, aspiramos a desarrollar nuestro futuro compartiendo valores de igualdad, solidaridad, respeto, justicia y tolerancia.
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