Día mundial contra el cáncer

El objetivo de este día es fomentar la investigación, prevenir el cáncer, mejorar los servicios para el paciente, crear conciencia, mejorar el conocimiento de los riesgos del cáncer y movilizar a la comunidad mundial para lograr avances oncológicos y reducir el impacto de esta enfermedad.

Siempre hemos defendido las campañas de detección precoz. Trabajamos para que todas las personas, con independencia de dónde vivan, disfruten del derecho a la detección precoz del cáncer y tengan acceso a los mejores métodos de prevención y diagnóstico, a los más oportunos tratamientos y al control de la enfermedad, porque sabemos que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, pero más de un tercio de los cánceres se pueden prevenir y otro tercio se pueden curar si se produce una detección temprana y se tratan de manera acertada. Cerrar la brecha de atención del cáncer es una prioridad para nosotras. Si aspiramos a un futuro sin cáncer, debemos seguir actuando y eliminar las desigualdades en la atención oncológica para que todas las personas puedan acceder en igualdad de condiciones al tratamiento necesario.

Equidad significa que todas las personas deben tener reconocido su derecho a acceder a unos servicios sanitarios públicos de cobertura universal y de calidad, incluidos los servicios oncológicos. Ello será posible si desaparecen las barreras relacionadas con los factores socioeconómicos, los estigmas, la desinformación, la difusión de noticias erróneas o cualquier otro tipo de discriminación. Desde el Día Mundial Contra el Cáncer hacemos un llamamiento para reducir las disparidades que existen en la atención de la salud, trabajando para superar las causas que originan esas desigualdades.

Siendo conscientes de la responsabilidad individual y social para reducir los factores de riesgo vinculados con el cáncer, corresponde a las autoridades sanitarias desarrollar políticas de salud pública inclusivas y crear entornos favorables para que las personas adoptemos comportamientos más saludables.

Las inequidades en la atención oncológica cuestan vidas, suponen un coste económico que se traduce en menos ingresos en el hogar y reducen la calidad de vida. Los sistemas públicos de salud deben abordar las debilidades y desigualdades que se manifestaron en las etapas más agudas de la pandemia de covid-19.

Las inversiones en investigación, la innovación, los ensayos clínicos, los avances en nuevos conocimientos, la formación de los profesionales sanitarios y el reconocimiento del movimiento asociativo de pacientes es lo que hace posible que dispongamos de nuevas y menos agresivas terapias, de técnicas quirúrgicas más eficaces y medicamentos innovadores para enfrentarnos con garantías a las enfermedades oncológicas. El movimiento asociativo de mujeres con cáncer de mama en todas sus fases, del que nuestra Asociación para la Ayuda a las Mujeres con Cáncer de Mama (Amuccam) es parte activa, está comprometido con la defensa de estas ideas y seguirá trabajando para que el cáncer sea una prioridad en la agenda mundial por la salud y el desarrollo y mantendrá una especial atención a los casos de metástasis en oncología.

El futuro de las personas será más justo cuando tengan acceso gratuito a los servicios de salud con independencia de donde hayan nacido, donde vivan o trabajen. Ni la edad, ni el género, ni la situación socioeconómica, ni las creencias religiosas, ni la raza, ni pertenecer a grupos de población minoritaria, ni la orientación sexual, pueden ser elementos discriminatorios para acceder a los servicios de salud y recibir las terapias y los tratamientos personalizados que necesita el paciente.

Nos sentimos motivadas para sumar voces y esfuerzos, para imaginar un mundo donde todas las personas disfruten del acceso a la prevención del cáncer, a los tratamientos, a los fármacos y a los cuidados necesarios más justos.