Día Mundial contra la Obesidad

El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor de riesgo de muerte en el mundo y uno de los principales factores causante de discapacidad, según el informe Regional de la OMS sobre Obesidad 2022.

La obesidad no tiene una única causa, sino que está influenciada por multitud de factores: edad, sexo, ambientales, genéticos, iatrogénicos, hormonales, raza, psicológicos y emocionales, etc., lo que dificulta su tratamiento y estudio.

La Encuesta Europea de Salud, en España, del año 2020, nos dice que un 16,5% de hombres de 18 y más años y un 15,5% de mujeres, padecen obesidad; y un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres padecen sobrepeso.

Por otra parte, según datos de la última oleada del estudio Aladino de la situación ponderal de los escolares de 6 a 9 años, en España en 2019, destaca una prevalencia de sobrepeso del 23,3% y una prevalencia de obesidad del 17,3%; es decir, un 40,6% de la población infantil tiene exceso ponderal. En las niñas es más prevalente el sobrepeso (24,7% frente a 21,9%), mientras que el porcentaje de niños con obesidad (19,4%) es significativamente mayor que el de las niñas (15,0%).

Según World Obesity Atlas 2022, los problemas de obesidad de España costaron 25.136 millones de euros en 2019, es decir, el 2,1 por ciento del PIB español, lo que supone un gasto per cápita de 537 euros. Unas cifras que, según informa la WOF, crecerán un 211 por ciento hasta 2060, con unos costes globales de 52.900 millones de euros, el 2,4 por ciento del PIB y suponiendo un coste per capita de 1.289 euros.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un reciente estudio, recoge que el exceso de peso reduce la productividad laboral en el equivalente a 479.000 jornadas anuales en España y para más de la mitad de los españoles, la esperanza de vida se acorta un promedio de 2,6 años debido al sobrepeso y las complicaciones que conlleva pesar más de lo debido, se llevan el 9,7% del total del gasto sanitario.

Partiendo de los escasos éxitos que se han obtenido tras la realización de diferentes campañas de sensibilización, desde la Asociación Pontesano abogamos por la puesta en marcha de un plan estratégico de lucha contra la obesidad en el que la participación de equipos multidisciplinares resulta imprescindible, teniendo en cuenta la multifactorialidad inherente a la obesidad.

La arquitectura del plan estratégico deberá contener guías de acción en diferentes ámbitos: sanitario, educativo, familiar y social. Deberá incluir que parámetros se van a ponderar, sus unidades e instrumentos de medida, que sistemática se va a utilizar, así como los registros a realizar. Las líneas estratégicas del Plan se deben dirigir a la recuperación clínica, social y económica que supone la obesidad. El plan deberá incluir un sistema de trasmisión del conocimiento al personal sanitario de Atención Primaria, con un programa de formación continuada, tanto a los pediatras como a los médicos de familia, personal de enfermería, nutricionistas y de otras áreas sanitarias, tanto en el ámbito de la prevención, como del tratamiento de esta patología. Será necesario que dicho plan también aborde en el ámbito escolar la formación en temas de nutrición, tanto de niños y adolescentes, como de sus progenitores y educadores, con un epígrafe especifico para las personas con discapacidad.

Atención especial se debe dar a la actividad y ejercicio físico y a la práctica del deporte en la escuela y en la familia, por ser un elemento esencial, tanto en la mejora del estado de salud de las personas con obesidad, como en la lucha contra la epidemia.