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Si eres fanático, extremista, dogmático, si eres un auténtico egocéntrico, si no permites que nadie discrepe de tu forma de pensar, si solo quieres tu ... propia libertad, si siempre condicionas a los demás para que hagan lo que tú quieras que hagan, si eres agresivo, si no permites que nadie exprese sus emociones, si eres machista, si no admites la diversidad, si piensas que no hay nadie más inteligente o capaz que tú en tu trabajo o con tus amigos, si quieres tener la razón.
Si desprecias todo lo que es diferente de como tú eres, si eres mediocre, si no admites que otros puedan ser mejores o más valiosos que tú, si te permites el lujo de criticar la paja en el ojo ajeno y no ves la enorme viga que tienes en el tuyo, si eres de los que siempre se oponen a todo, si no eres capaz de compartir lo que sabes con los que saben menos que tú, si crees que la guerra es el mejor medio para poder llegar finalmente a la paz.
Si tú siempre quieres tener la última palabra en todo, si utilizas tu poder económico o de fuerza para vencer la razón de otros, si eres mentiroso, manipulador, embustero o cuentas las verdades a medias o simplemente tus propias verdades, si no tienes paciencia con los que están empezando.
Si tu empatía se reduce a que el otro tiene que pensar en lo que tú estás pensando, si no te inspira ternura contemplar la vida de un recién nacido o la experiencia de la vejez en un rostro de edad amable, si no estás dispuesto a compartir los méritos con otros, si no estás dispuesto a evolucionar y adaptarte a los nuevos tiempos, si eres un asesino de libertades, de vidas, de ideas o de ilusiones.
Si te pasas la vida lamentándote o quejándote de todo y de todos, si eres orgulloso, si eres tóxico e intoxicas la vida de otros, si estás constantemente amargado y amargando la vida de otros (sobre todo de los que te quieren, a pesar de todo), si consideras que lo mejor que te ha pasado en tu vida eres tú mismo, si no eres capaz de aplaudir o de reconocer los méritos de otros, si siempre estás discutiendo por todo y con todos, si eres alguien sin sinceridad, si no tienes capacidad de sorprenderte ante algo hermoso o maravilloso.
Si lo más que llegas a sentir por los demás es indiferencia, si eres algo de todo esto, entonces no leas esto, no es para ti, seguramente no lo entenderías y con toda certeza también estarías completamente en desacuerdo con todo lo que acabo de escribir.
Para todos los demás, muchas gracias por leerme.
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Ana del Castillo
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