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P arece ser que decía Churchill que lo que no se puede medir no existe y estoy de acuerdo, a pesar de que, a veces, hay diferentes varas de medir, pero hay que medir los resultados y la única forma de valorar lo que uno ... hace es medir lo que se consigue.
Si te das cuenta, los números mandan en muchos apartados de nuestras vidas, también a pesar de que otros quieran desdibujarlos cuando no salen favorecidos en ellos; me explico: ¿cuál es la mejor manera de medir el valor de un profesional? Los números que se corresponden con la retribución que es capaz de ganar. ¿Cuál es la medida de un empresario? Los resultados que es capaz de conseguir en forma de beneficios y también con los números de los empleos que es capaz de generar. ¿Cuál es la forma de medir el valor de un científico? La cantidad de publicaciones que sea capaz de sacar adelante en el entorno científico en el que él trabaja ¿Cuál es el mejor modo de valorar la calidad de un buen profesional médico, abogado o fontanero? La cantidad de clientes que sea capaz de tener y el importe de las minutas que sea capaz de emitir. ¿Cuál es el mejor modo de medir el éxito de un político o de un partido político? El número de votos que consiga en las elecciones correspondientes y que le aúpen a él y al resto de miembros de su partido en el Parlamento o en el Ayuntamiento que corresponda.
Y en este último punto me quiero detener brevemente, porque del político al gobernante hay un paso muy grande que los votantes no somos capaces, muchas veces, de discernir. Por eso me pregunto ¿cuál es el modo de reconocer a un buen gobernante? Entiendo que es muy fácil, pues es aquel que consigue generar mayor riqueza y que se pueda medir con números y con el menor número de impuestos, con la menor carga impositiva para sus ciudadanos y que también ésta se pueda medir. Digo esto porque creo que somos muchos los que ya estamos hartos de los malos gobernantes, que lo único que saben hacer para gobernar es subir los impuestos, es su medida estrella, es el mango en la sartén que ellos tienen para imponer unos modos de hacer que son totalmente ineficientes, más aún cuando se justifican que lo hacen en contra de los ricos y a favor de los pobres que, particularmente también en número, son más y generan más votos.
Por favor, señores gobernantes, no sean tan mediocres y hagan bien su trabajo, que no es otro que el de generar riqueza o facilitarla y nunca impedirla con impuestos fáciles e injustos; que manden sus resultados, no sus impuestos.
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