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A unque lo parezca no es una palabra repetida la que figura en el encabezamiento de este artículo. Hoy quisiera hacer referencia al poder más ... omnímodo que existe y que no es ni el poder fáctico, ni el que se ejerce sobre otras personas directamente, ni el político, ni el económico... No. El poder más valioso que tiene una persona es el de poder hacer todo aquello que se proponga. Es como la energía potencial que hay acumulada en un pantano de agua que, posteriormente, se va a transformar en decenas de megavatios de energía. Es el poder contenido en un momento determinado, del cual uno puede hacer uso y del que los demás son plenamente conscientes de que así puede ser.
De éste poderío potencial se hace y se ha hecho uso durante milenios. Lo utilizamos las personas frente a otras que saben de nuestra capacidad de poder actuar, aunque en realidad no lo hagamos; lo utilizan muchas personas poderosas frente a quienes perciben como potenciales adversarios; se utiliza hoy en día y desde hace 60 años con el potencial atómico de las grandes naciones; saben que todas tienen esa capacidad de poder poder hacer uso de las mismas. Es el poder que tiene una autoridad fáctica en el ámbito de la empresa, de los sindicatos, de los partidos políticos, de los gobernantes, de cualquier poder que sin tener que llegar a ejercitarlo, los demás saben que pudiera hacerlo en cualquier circunstancia y eso contiene a las fuerzas contrarias, que en un momento determinado pudieran quererse revelar frente a esa fuerza.
Se usa también en las relaciones personales, por ejemplo en el poder que tiene, la potestad, de un padre frente a sus hijos. Recuerdo el comentario de un cómico en TV que hizo una gran travesura y su padre le dijo: «ya hablaremos», y ese «ya hablaremos» nunca llegó a producirse, pero durante unas cuantas semanas él estuvo acongojado pensando en la conversación que le venía, la reprimenda o el castigo de su padre. Cuando alguien quiere salirse del carril, de la norma, de lo que está establecido, si sabe que hay alguien que tiene el poder de volverle a obligar a meterse en el redil, las más de las veces, sólo eso hace que decida no tomar ningún tipo de acción contraria. La magia del poder poder consiste en que cuando uno lo tiene, simplemente por el hecho de tenerlo, no necesita ejecutar la acción de imponerse y cuando alguien lo percibe, o está subordinado a él, sabe que es mejor no salirse del carril y tratar de encontrar fórmulas diferentes o simplemente aceptar esas normas o reglas establecidas. Si tienes ese poder úsalo en buena lid y si estás sometido a él, piénsatelo dos veces antes de actuar.
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Ana del Castillo
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