La rebelión de los jóvenes

La oferta de alquiler cae un 23% desde la pandemia y la demanda sube un 200% (50 personas se interesan por cada piso ofertado). Con la nueva ley de vivienda de abril de 2023 se limitan, aún más, los derechos de los propietarios, aportando una mayor protección al inquilino (ante el desahucio, regulación del precio, limitar las subidas, etc.) El precio de la vivienda en alquiler ha subido en España un 78% en los últimos diez años y un 24% en los últimos cinco.

¿Qué significan todos estos datos? Muy sencillo, y triste, para las personas que necesitan alquilar una vivienda. Esto explica que hay una razón única ante la escasez de vivienda y sus altos precios y está en las leyes y reglamentaciones del Gobierno Nacional protegiendo de manera excesiva al inquilino y desprotegiendo al propietario, provocando que el propietario desconfíe (impagos, demoras, inseguridades, etc.) y sienta indefensión frente al posible incumplimiento del inquilino. Además, como el dinero es desconfiado por naturaleza, provoca que el propietario mantenga su propiedad, no la saque al mercado y ante una menor oferta de viviendas, la demanda se dispara y los precios suben.

En el Gobierno no se han enterado de que el mercado es mucho más inteligente que sus medidas, que se autorregula por sí mismo, que únicamente hay que intervenirlo cuando se producen abusos, vengan de donde vengan y que si se interviene, como en las leyes secas, o en el mercado negro, al final, el dinero se escurre, por donde puede, para preservar su valor. La demagogia y el electoralismo niegan la defensa de la propiedad privada, que es la forma más garantista de que los precios no sean abusivos o no se disparen. La subida del precio del bitcoin no es por el producto en sí mismo sino por su escasez, los productos de alto valor añadido tienen aún mayor precio por su escasez.

Os recomiendo, a los jóvenes, rebeldía frente a las medidas del Gobierno, protestar contra esa ley, no contra los propietarios. Cuando seáis propietarios defenderéis vuestros derechos, regulados por el libre mercado, por la libre competencia, la que permite que cada cual gane en función del valor que aporta en la sociedad. De otro modo entraríamos en un estado comunista en el que los que más ganarían serían sus gobernantes, los que imponen su ley. Rebelaros y pagaréis menos.