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Pegonero con corneta en mula cuetana: A la buena hora, la gente de paz, nochecita de San Juan, a San Juan de la Canal, venga a bailar, una pata alante, otra pata atrás. Ric rac, ri rac (rabel). Mágica noche sanjuanera. Cohetes y truenos. Pocos ... topónimos pueden competir con San Juan de la Canal. La noche al dictado. El mar por notario. En roca escarpada se acumulan leñas sobre firme base de palets rotos, viejos, amortizados.
El fundamento de la hoguera ha de ser sólido, para que la fogata dure hasta el alba y se divise a varias leguas a la redonda. Sin pudor ni exhibición, la gente se baña como vino al mundo. Noche y mar, capa que todo lo tapa. En el baño nocturno no hay impudicia.
Fuego y mar purifican magras y tocinos. Para no fallar, al cuetano Chema Puente con su rabel hay que confiar la entonación de la canción del lugar, si existe. Y si no que exista. Ánimo, sanjuaneros, canaleros, con lo inservible ardiendo hasta el cielo en la hoguera todos los males perecen. Cielo. Tierra. Mar. Inalcanzable cielo. Palpitante tierra. Insondable mar. Ric rac, ric rac (rabel). Un trozo de madera es un tesoro.
El fuego la dora y convierte en oro. Leña al fuego de la hoguera. Al cuerno lo inútil, lo inservible, lo fútil. Noche sin penas. Los males tragos quema el fuego de la noche en ascuas de san Juan. Noche debota (con be). Ric rac, ric rac (rabel). La vida no es recuerdo. Es perspectiva. Quien mira atrás se convierte en estatua de sal. Quien mira al frente y mirando al frente, cada vez más al frente, se interna en el mar y se ahoga en el mar y renace en el mar, es un revivido a quien el mar ahorma para el tiempo nuevo.
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