Secciones
Servicios
Destacamos
La península de la Magdalena hace honor a su nombre. Es virtualmente redonda como una magdalena. Y erguida al centro como una magdalena. A pie, en patinete o en bici, puede circunvalarse sin perder de vista el mar que de blancas espumas la viste como ... el papel del dulce de su nombre, que de niños comprábamos por docenas en las librerías.
En los umbrales, todo desde la playa de la Magdalena es dorado y mágico. Con glorioso recuerdo de Cioli, José Sanz Tejera (1922-2011), ángel de la guarda que se ganaba la vida haciendo chuscos como panadero y que se ganó la gloria sacando imprudentes bañistas del mar. Un monumento le honra: «El Ayuntamiento de Santander a Cioli, que salvó cien vidas». Fama es que fueron más.
Pasado el Tenis, gente turista entra, mochila al hombro, en el recinto peninsular y discurre senda adentro. Pasada la garita de guardia, los foráneos toman el Magdaleno, para darse una vuelta guiada en el tren articulado que en buena hora se puso en marcha. Intuitivos, los niños tiran para la campa y los juegos, corriendo a la pata coja.
En las Caballerizas, el homenaje cerámico al grupo teatral la Barraca y su inspirador García Lorca exige ser leído. De espaldas a la leyenda, los turistas de aluvión se hacen un selfi para decir en sus casas que el templo del saber han visitado.
El recorrido a pie es goce para los sentidos. Cuanto más se pina la cuesta más mejoran en grandeza las vistas, siempre con soplo marero. Punta del Promontorio. Apareaddas bocanas. Isla de Mouro (Mogro) partiendo el mar en dos, entre faros. Atrás, quedó la isla Latorre, con su particular leyenda. Al frente, la punta de San Martín. El Castillo y faro de La Cerda. El Palacio es un altamar de estudiantes. Nadie lleva en mano el 'Cuaderno a la Magdalena' (1934) de Unamuno. Que jamás olvida quien lo ha leído.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.