Secciones
Servicios
Destacamos
A finales del siglo XVIII, nadie se ponía mejor los rulos para el peinado que el conde de Floridablanca. Todopoderoso hombre político, en el reinado de los Carlos, a quien la ciudad de Santander debe infinitas mercedes. Véase el acta municipal del cabildo extraordinario del ... 18 de diciembre de 1790, en el cual se dio lectura a una carta del paisano Benito de Agüera Bustamante. Excelso ejemplo de desprendimiento y bonhomía. Afirma que 'a buen patricio nadie le gana', pero que en cuanto a méritos 'quien merece todo reconocimiento es el conde de Floridablanca, que mira los asuntos de esa noble y pobre Provincia con una atención y cariño particular'.
Consecuentes, los munícipes acuerdan archivar su escrito y nombrar regidor perpetuo de Santander al conde de Floridablanca, expresando que desean colocar su retrato en las casas consistoriales.
La lectura del acta me conduce a la calle Rubio. Y, más concretamente, al recién reinaugurado MAS, en cuya tercera planta hay un retrato anónimo del conde de Floridablanca, c. 1791, que presiento que pudiera ser obra de GOYA por las fundadas razones que, con las debidas cautelas, expongo en el extenso e intenso artículo «¿Tiene Santander un Goya inidentificado en el MAS?»
Los peritos —con su ciencia, rayos equis, probetas y análisis— tienen la última palabra. A la que habrá que estar. Naturalmente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.