En España mañana es nunca

No sin razón, la máxima de Larra se aplica a la Administración española. Donde el perro de siempre luce hoy distinto collar. El covid-19, al que los españoles cabales mandamos en buena hora al carajo, ha llegado a la remolona y ventajosa Administración para quedarse. Tal es así que al pobrecito que se persona en una oficina pública para resolver un asunto particular le sueltan la versión actualizada del 'vuelva usted mañana' en forma de 'cita previa'.

Sin cita previa, que cuesta Dios y ayuda obtenerla a quien peina canas y pasea nietos, los guardas jurados le niegan la entrada. Y aún así, si con cita previa el contribuyente que mantiene el elefantiásico aparato del Estado con el pago regular de sus impuestos se persona en una oficina pública para que se le ponga de manifiesto un expediente administrativo para alegaciones, se encuentra con la desagradable sorpresa de no poder ejercer tan fundamental derecho porque la persona que lo lleva está acogido al teletrabajo y sólo pasa por el despacho un par de días a la semana. ¡Y aún hay en la Administración quien se molesta porque los castizos llamen en las panaderías 'funcionarios' a las 'baguetes'! Léase con uve, que se entiende mejor.