Estela de oro en proscenio pasiego

Con lúcida mente, apostólica prosa y santa mano, el deán Joseph Martínez Mazas incluye las villas del Pas en el capítulo vigésimo cuarto de su impagable libro 'Memorias de la Iglesia y Obispado de Santander' (1777), que en tanto tengo. La entrada reza así: «Los montes de Pas, que son rama desgajada de los Pirineos, hacen la línea de división entre el obispado de Santander y el arzobispado de Burgos por la parte del sur inclinando al poniente, y según se derraman las aguas hacia el Ebro, y hacia el Mar Cantábrico. En estos montes y por encima de Cudeyo y valle de Carriedo, están las tres villas que se llaman de San Roque de Riomiera, o Río Mera, San Pedro el Romeral y Nuestra Señora de la Vega, cuyas parroquias con la erigida poco tiempo hace en los barrios de Valdició y Calseca son cuatro. Estaban antes unidas a la de Espinosa de los Monteros».

Valga este tilintintín paziego o pasiego como modesta pero entusiasta aportación de los Martínez a la celebración en indicada localidad e iglesia, pasado mañana, miércoles, 19 de febrero, a las 19,30, de un acto cultural en el curso del cual Francisco González Posada recibirá la Estela de Oro de la Sociedad Cántabra de Escritores (SCE). Rector de la Universidad de Cantabria desde 1984 a 1986, miembro de varias academias y coleccionista de doctorados honoris causa ganados a fuerza de codos, es el más terne defensor y promocionador del inventor Torres Quevedo, Leonardo como el de Vinci; talentos ambos fuera de serie. Enhorabuena, Francisco, compañero del alma, compañero.