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¡Qué tiempos, qué costumbres! Hubo un tiempo, no tan lejano, que los pueblos y ciudades no contaban con más luz nocturna que la luna, las estrellas y algún que otro eliminado. El alumbrado público surge y se expande a principios del s. XIX. Farol ... de hierro negro que el farolero porta distintivamente en mano y farol de llama que el farolero enciende al anochecer, en los prolegómenos de la llegada del gas primero y de la electricidad después. Durante mucho tiempo, el farolero y el sereno fueron los ángeles custodios de la noche. Aquél ponía la luz, con la mecha de su mechero. Y éste, el orden con el pico del chuzo y el retador meneo de las llaves. Ambos sentaron cátedra. Tomar a uno por el pito de sereno forma parte del acerbo español, significa que no le hacemos el menor caso al oponente, que pasamos olímpicamente de él. Y ser más farolero que el farolero, significa que vamos por la vida de farol, vanagloriándonos de cuanto hacemos.

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eldiariomontanes El farol del farolero