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PFrase propia que ha hecho fortuna. Venga en marzo o en abril, Semana Santa es el clarín de la primavera. Prenunciando su inminente llegada, los frutales florecen de la noche a la mañana. Grandioso milagro de la naturaleza. Por ahí tengo escrito que el azahar ... es nazareno. Flor del naranjo, del limonero, del cidro. Las albas ramas figuran una copiosa nevada. El aroma del azahar es sensual, profundo, embriagante, mareante. Se respira por doquier. E interesa tanto el alma como la caz del hueso. Al percibir tan alertador aroma en el entorno, los nazarenos saben llegado el momento de sacar las túnicas del arcón o del armario y prepararlas para los desfiles.

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eldiariomontanes Ya huele a Semana Santa