El infalible ganador de todas las elecciones

Por la patilla, no. A conciencia. En los últimos días, Correos ha repartido infinidad de sobres, con una leyenda en la parte superior: 'Envíos postales de propaganda electoral. Franqueo pagado'. Millones de sobres con tan elocuente banderola han circulado por las carterías. En sacas a mantas. El franqueo suma un pastón que pasivamente (qué remedio) paga el pagano de siempre, el sufrido contribuyente. Sin que nunca se sepa a ciencia cierta a cuánto asciende la broma. Dichos sobres, blancos, alargados, apaisados, abundan en los buzones domésticos. Y, rechazados, despreciados, rehusados, naufragan en las papeleras urbanas y en los contenedores del reciclaje. Necesariamente, porque si un ciudadano recibe quince sobres de distintos partidos políticos y sólo vota a un partido, los demás ya se sabe dónde van: al saco de los papeles.

Visto así, quien gana las elecciones, independientemente de lo que digan las urnas, es el servicio de Correos. Con las elecciones, Correos se pone las botas. Semanas antes de que los comicios se celebren, llega a sus oficinas un maremoto de sobres de propaganda electoral con el sello 'franqueo pagado'. Sobres de todos los partidos habidos y por haber. Que hay más partidos que moscas. Y moscas en España hay para parar un tren. A cuánto asciende exactamente la broma quizá algún día llegue a saberse. ¿Y tan absurdo derroche para qué? Si donde las papeletas tienen necesariamente que estar es en los colegios electorales.