Museo Machichaco

Viernes, 3 de noviembre de 1893. Día despejado, con brisa nordeste. El miércoles, se ha festejado el día de Todos los Santos, con visita a ... los cementerios para llevar flores a los difuntos. Justo dos meses antes (03.09.1893), se ha inaugurado el cementerio de Ciriego. El de San Fernando (también llamado de Calzadas Altas o de Santa Cruz), cerca del convento de las Clarisas, inicialmente construido a extramuros de la ciudad queda ya tan céntrico que tiene los días contados. En los hogares, flotan velas encendidas en tazones de aceite. Y familiarmente se comparten los tradicionales 'huesos de santo', delicia para paladares regalados. La prensa editorializa la guerra con el moro (expresión de época), focalizada en Melilla. Donde tanto soldado montañés de reemplazo ha perdido la vida luchando en tierra extraña. 'La Atalaya' del día registra el fondeo en el puerto del vapor Alfonso XIII, con correspondencia, coloniales y 206 pasajeros. Por ser el aniversario de la acción de Vargas, se anuncia la nocturna actuación de la banda municipal en la plaza Vieja, con programa popular música variada (pasodobles, valses y polkas). De vuelta de Madrid, el doctor Santiuste reabre su afamada consulta de otorrinolaringología. Ostras frescas por millones (no sólo los andaluces son exagerados) ofrece el establecimiento de Cayetano Gómez, en Muelle 8; entre 2 y 7 reales la docena. El volumen DE CANTABRIA (quién lo pillara) se expende a 2,50. Y, ¡ojo al dato!, la naviera Ibarra anuncia la línea Bilbao, Sevilla y Marsella, con salida de Santander todos los sábados. Vapor: Cabo Machichaco. ¡Pues va a ser que no! En el muelle de Maliaño, a las 5:45, explota el Machichaco y sume en muerte, sangre, heridos, fuego, llanto, luto, destrucción y caos a ciudad. Hoy, 135 años después, a mediodía se inaugura el MUSEO MACHICHACO. Frecuentarlo servirá para recordar que vivimos sentados sobre un barril de pólvora con la mecha encendida que puede estallar en cualquier momento.