Secciones
Servicios
Destacamos
En el Alto de Miranda no queda un árbol de fuste en pie. El existente ante la taberna del Vicario de Miranda, al que trepaba por una escalera de mano el tabernero que ganó fama despachando vinos con el parte del tiempo, voló del mapa ... como vuelan los arcángeles en los Beatos cuyos facsímiles enjoyan mi biblioteca de Cantabria Mítica. A quienes pregunto por la taberna, el tabernero, el árbol de las predicciones, alzan los hombros. Vivir en la ignorancia procura felicidad a los enemigos de rascarse la melondra ¿Qué importa hoy saber si la taberna existió en tiempos de Amós de Escalante y, si acodado en la barra, alternó éste con su alter ego Juan García, y si el Vicario de Miranda ante el común vino compartido les anunció que avistaba inminente la llegada del viento que suena a Fleta en los balcones y que traslada las persianas urbanas al chirriante momento previo al concierto en que los músicos ponen a prueba sus instrumentos para la representación?
Por mis lecturas sé que el 5 de marzo de 1870 se remató en la sala-audiencia del Juzgado de los de Santander una tejavana, sita en barrio de Miranda, sin número aún, de 3 metros 90 centímetros de testero por 11 metros 72 centímetros de fondo, lindera a poniente con camino real, al sur con una calleja, saliente huerta de Julián Martínez y al norte corral de la casa lindera. Retasada en 250 escudos, a ver quién sitúa en el callejero actual la tejavana donde se servía vino. A veces, bueno.
Que nadie se escandalice. En las tabernas también se sirven vinos ateos, morapios cuyo origen no lo conoce ni Dios. Como el que servía en su taberna el Vicario de Miranda con el dedo índice de las predicciones dentro del vaso para darle cuerpo al caldo y el aviso infalible de que «el sur viaja con la lluvia al culo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.