En el sitio denominado El Ciriego

Así se moderniza Santander, en el plausible empeño de clausurar los cementerios urbanos y de construir uno de nueva planta en el sitio denominado El Ciriego, en el pueblo de San Román. El 23 de septiembre siguiente, 'La Voz Montañesa' publica en primera el reportaje NUEVO CEMENTERIO con pormenorizada información basada en la Memoria presentada por el arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y titular de Santander, D. Casimiro Pérez de la Riva. Sobre el lugar elegido para el emplazamiento, científicamente se informa: «Dicho lugar abierto a todas las corrientes atmosféricas, y especialmente combatido por las de los cuadrantes Nordeste y Noroeste, es favorable a una rapidísima renovación del aire. La naturaleza calizo-rocosa del terreno es muy conveniente, según el autor del proyecto, a la más rápida pulverización de los tejidos humanos».

Tras distintos avatares, se inaugura el 3 de septiembre de 1893, con supervisión del nuevo arquitecto municipal Joaquín Ruiz Sierra. El siguiente día 9, ya comienza a enterrarse en Ciriego y el 16, el Ayuntamiento estudia que sea gratis el traslado de difuntos de familias pobres. En adelante, los anuncios en prensa de sepelios en Ciriego son constantes, con despedida del féretro en «el lugar acostumbrado». De luto en luto. El 2 de diciembre, el conserje de Ciriego presenta un resumen manual de los allí inhumados procedentes de la tragedia del Machichaco. RIP.