Artistas en flor

En La Atalaya (13.09.1907), Hamlet (seudónimo) destaca la actuación de Matilde de la Torre, quien entonces soñaba con triunfar en las tablas. Como actriz destaca en las fiestas de su pueblo natal, su cuna. En el Paseo de la Losa luce chulapona mantilla. Y en la representación de 'Mañana de Sol', de los hermanos Álvarez Quintero, Hamlet destaca que estuvo divina. Lo que no es de extrañar. Tenía entonces veintitrés años y era bella, rubia trigueña y con los ojos profundamente azules de los Cueto, apellido que de segundo llevaba la madre. De momento, es la primera noticia relevante suya que he encontrado en la prensa local. Complementa su actuación en las fiestas recitando poesía e interpretando al piano conocidas piezas clásicas.

Ocho días después, en la edición del día 21 de La Atalaya, Hamlet vuelve a tirar de pluma. Alaba la interpretación de Matilde en dos obritas de los hermanos Álvarez Quintero. E incluye un párrafo que ha pasado desapercibido a los biógrafos de la hoy universal pintora María Blanchard: «Representada 'La buena sombra' con una gran propiedad, se estrenaron tres preciosas decoraciones, de efecto admirable, debidas al gusto artístico y habilidad de la distinguida señorita María Gutiérrez Cueto. El público premió su labor aplaudiéndola incesantemente, sobre todo en la decoración del patio».

Cuca y Tilduca unidas en un mismo artículo. ¡Lo que supondría hoy para Cabezón de la Sal la conservación de esas tres preciosas decoraciones del patio! Sería un tríptico de museo, merecedor de amplia glosa en los libros de arte.