En defensa de la biblioteca pública de Penilla de Toranzo

Se inicia esa biblioteca en un pequeño solar, antiguas escuelas, propiedad de la junta vecinal de Pando-Penilla y poco a poco van incorporándose fondos bibliográficos de diferentes personas hasta completar alrededor de 7.000 libros, a disposición de los vecinos. La biblioteca pronto cuenta con el reconocimiento vecinal y es avalado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santiurde de Toranzo. La gestión, apertura y cierre, sin el menor incidente, corre a cargo desde el inicio de G. C. Proyectos Digitales.

Inicia su andadura cultural como biblioteca para ampliarse con reuniones y charlas que se harán clásicas, como 'las conferencias de los viernes', celebrándose dos veces al mes, abordando temas culturales de tipo general o relacionados con la memoria del valle. Se han impartido 73 conferencias, dadas por diferentes investigadores o divulgadores, algunos de relevancia nacional, que han sido seguidas con gran interés desde la biblioteca o a través de las Redes Sociales. En los dos últimos veranos se impartieron con el agrado general en iglesias de Santiurde y de Puente Viesgo, sendos cursos sobre la prehistoria y el medievo en Toranzo.

La biblioteca colaboró asimismo en la educación y acercamiento a la lectura del público infantil y juvenil, que participa voluntariamente en las diferentes actividades y se ha convertido en un punto de encuentro para los vecinos/as del municipio, y gentes de otros puntos de la región que se acercan esos viernes a conocer y participar de las actividades programadas.

En el mes de mayo de 2022, pasó a formar parte del Servicio de Lectura Pública de Cantabria, integrada en la Red de Bibliotecas Públicas, para lo que fue necesario que la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria otorgase, a través del Servicio de Bibliotecas, la correspondiente licencia que se concede a aquellas bibliotecas que garantizan el servicio de gestión, apertura y cierre, con un horario estable.

Sin embargo y no es fácil de entender, pues una biblioteca pública que se gestiona y funciona bien, debiera se ajena a estas problemáticas, hace unos meses, una desavenencia, creemos solucionable amenazaría con el cierre de esa biblioteca. Y efectivamente se cerró ante los ojos incrédulos de muchos de nosotros que intentamos mediar sin éxito y a pesar de que 1.241 firmas de diferentes personas de Cantabria e incluso del resto del territorio español solicitaron que una biblioteca no debiera bajo ningún concepto cerrarse y que las instituciones debieran luchar por su continuidad. Se dijo que no se cerraría, pero lleva muerta ya seis meses y no hay indicios de ningún cambio.

En definitiva, la biblioteca se había convertido en un referente en el valle de Toranzo e incluso en el resto de nuestra Comunidad, pues era visitada y participada por gentes de todo el territorio. Era una herramienta para luchar contra el despoblamiento a través del patrimonio y la cultura, aportando una imagen del mundo rural atrayente para que las gentes de las zonas más pobladas se acerquen al mundo despoblado aportando mejoras sociales y económicas. Contribuiría la biblioteca a paliar, en la medida de lo posible, el fenómeno de la despoblación rural, acercando a las gentes la cultura y promoviendo la socialización entre las personas. ¿Podemos desaprovechar un recurso como la biblioteca que además del enriquecimiento a las gentes del valle, produce un fenómeno de acercamiento de la ciudad y con ello una mejora económica?

El patrimonio bibliográfico forma parte de Patrimonio Histórico Español, por esta razón, debe ser conservado y defendido por el Estado y por las entidades territoriales y locales (CCAA y ayuntamientos). La Constitución de 1978, en su artículo 46; la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español y la Ley 11/1997 de Patrimonio Cultural de Cantabria, establecen que los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad y que la ley penal sancionará los atentados contra éste. Merecen también mención especial los artículos 148 y 149, que regulan específicamente la distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas y aluden de forma directa a la defensa patrimonial de los archivos, bibliotecas y museos.

Desde Hispania Nostra, asociación nacional en la defensa del patrimonio cultural, desde la voluntad de tantos amigos/as de la biblioteca, apelamos a la sensibilidad institucional de Ayuntamiento y Consejería para recuperar este bien. Es únicamente cuestión de voluntades y de ellas depende una gran pérdida patrimonial para Toranzo y para Cantabria. La responsabilidad es de todos, mirar a otro lado es una forma de destrucción.