Auschwitz

El testimonio de sus supervivientes junto a valiosísimos trabajos de investigación han permitido conocer el funcionamiento de la fábrica de la muerte diseñada por el Tercer Reich para deshacerse de más de seis millones de personas a base de cámaras de gas y torturas inhumanas. Judíos, homosexuales, gitanos, comunistas y todo tipo de opositores pagaron allí su disidencia, fueron masacrados, asesinados, quemados, torturados hasta la extenuación y dejados morir por propia inanición. Crematorios y cámaras de gas eliminaron sus restos, esparcieron sus cenizas, tratando de borrar toda huella de la mayor barbarie humana.

Auschwitz hoy representa mucho más que un simple recordatorio de algo que sucedió hace escasos 80 años. Es una vuelta atrás en la historia que sigue abriendo muchos interrogantes porque la Europa actual, pese a encontrarse ahora inmersa en una lucha sin cuartel contra la pandemia, sigue manteniendo los mismos problemas: crecimiento de la intolerancia, marginación de ciertos colectivos, ahondamiento de las desigualdades sociales, crisis de valores, etc, que muchas veces se alimentan con el discurso del odio dirigido. Hoy, la efeméride de la liberación de Auschwitz nos trae de nuevo preguntas sin resolver; queremos conocer con exactitud lo que allí ocurrió, acercarnos a ese período para comprender el origen que desencadenó tanto odio y el mecanismo que lo canalizó hasta lograr el exterminio de tantos inocentes.

¿Cuál fue el grado de colaboración o asentimiento por parte de la población con ese genocidio? ¿Dónde se sitúan quienes simplemente callaron? ¿Qué conocimiento tuvo la población alemana de esta política homicida? ¿Cuál fue su verdadera implicación? Los regímenes fascistas y totalitarios de la época, con sus políticas populistas, fueron ampliamente apoyados. Sus políticas de aniquilamiento, exterminio, agresiones y beligerancia se extendieron por gran parte de Europa en la primera mitad del pasado siglo.

Pero igualmente destacable fue el papel de los aliados y los amplios grupos de población que contribuyeron al vencimiento del fascismo y la recuperación de la paz. Auschwitz nos devuelve hoy la imagen borrosa de un pasado tenebroso demasiado reciente que jamás puede repetirse. En nuestra conciencia individual está la opción de no rendirse a ese discurso del odio tan utilizado por algunos.