Borrar

No resulta sencillo seguir la evolución de los fondos europeos. Le confieso que lo he intentado, pero no consigo aclararme del todo. Ni siquiera del casi todo. El tema tiene la dificultad intrínseca que implica una serie enorme de cifras. Están los fondos adjudicados por ... Bruselas. Luego viene su reparto por las distintas y, a todas luces, excesivas esferas de la administración. Después aparecen los Perte que son las unidades sectoriales destinadas a canalizar los fondos hacia sus destinatarios finales. Más tarde hay que considerar las peticiones realizadas por los organismos y empresas, en base a sus planes de inversión. Para terminar con la adjudicación de los fondos a cada solicitante, de acuerdo con los criterios establecidos por los ministerios implicados. ¿Terminar? No. Quedaría para más adelante la entrega final de los dineros, la ejecución de los proyectos considerados y la comparación entre los efectos previstos y los realmente obtenidos con las ayudas. Lo dicho, un galimatías que se oscurece por la falta de transparencia a lo largo de todo el proceso, por la reiteración de mensajes interesados, por el mal funcionamiento de los programas informáticos que debería controlarlo y por los sospechas proyectadas por los cambios operados en la cúpula administrativa. ¿No cree que sería muy cruel que me echaran por no entenderlo?

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El lío de las ayudas de la UE