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En el contexto actual en el que nos encontramos, da igual cual sea tu orientación política, lo que realmente importa son las decisiones que ... se tomen para el bienestar social. Eso incluye el sector sanitario, pero también evidentemente el económico, entre otros muchos aspectos.
Cuando uno no tiene conocimiento de la situación, ni tampoco deja que nadie le asesore en la toma de decisiones, suele conllevar que éstas sean drásticas y populistas, porque no tiene capacidad ni valor de tomar otro tipo de soluciones, y es que por desgracia, lo que más importa no son los datos sanitarios, mucho menos los económicos, lo que importa son los votos, y ahí radican las medidas que toma este Gobierno.
Son las 16.30 horas en Santander, llueve, el termómetro marca cuatro grados y yo tengo los pies calados de ayudar a montar la terraza de mi local; sillas, toldos, estufas... Y una vez he terminado me pregunto: ¿Quién va a venir a tomarse algo con este temporal? Como yo, miles de hosteleros de Cantabria se preguntan por qué están los centros comerciales llenos, y nosotros llevamos dos meses cerrados. Sí, cerrados, porque como siempre repito, esto es un cierre encubierto de nuestros funcionarios de Sanidad, que son quienes nos cierran según nuestro presidente, que escurre el bulto como puede.
Eso del que se mueve no sale en la foto, lo lleva a rajatabla. Si la publicidad es buena, él es el primero, si la cosa no interesa, él no sabe nada. Por desgracia, en vez de un Gobierno parece que tenemos una agencia de publicidad, con programación en todas las cadenas que interesan y veto a programas que no interesan tanto, como el de Risto Mejide, 'Todo es mentira'.
Es verdad que la hostelería es un sector comprometido y si viéramos que la decisión de cerrar los interiores de los establecimientos fuera determinante para parar la evolución del coronavirus, estoy seguro de que la acataríamos sin dudar. Pero como esto son números -y nunca mienten-, con la hostelería cerrada se han duplicado los contagios.
Y aunque está claro que por diferentes circunstancias sabíamos que en toda España la cantidad de contagios por covid-19 iba a tener un repunte, Madrid siguió su hoja de ruta y mantuvo la hostelería abierta.
En esta pandemia uno de los aspectos claves sería analizar lo que está ocurriendo en otras regiones o países e intentar copiar o, como mínimo, adaptar los planes que están teniendo efectividad sobre todo en el ámbito sanitario y económico. El diario 'Die Welt' habla de «el milagro de Madrid» con sus cordones por áreas sanitarias, que es básicamente buscar los mayores focos de contagio y acordonar un perímetro. Esto hace que la actividad fuera de ese perímetro puede seguir su curso, sin tener que perjudicar al resto.
Esta medida que nos parecía inviable y hasta irrisoria, ¿cómo vas a controlar los barrios de Madrid?, ha conseguido mantener la hostelería abierta, y esta decisión arriesgada y poco popular ha conseguido salvar miles de puestos de trabajo, y mantener el sector muy vivo en Madrid. Y es que Santa Ayuso, patrona de los hosteleros, no lo digo yo sino los hosteleros madrileños que por mayoría cualificada la han otorgado este cargo, hace que te replantees si tu Gobierno de verdad cree en un sector tan importante para Cantabria como la hostelería, que representa un 6% del nuestro PIB.
Cabe recordar que Cantabria es la única comunidad autónoma donde no se puede tener aforo dentro del local. Eso sí, siempre y cuanto no tengas una comida de «trabajo» con el ministro de Sanidad. En ese caso puedes comer donde quieras. Somos los únicos y el motivo es claro, es mas fácil y requiere menos esfuerzo tenernos a todos cerrados que trabajar en tener medidas reales para abrir la hostelería, y luego inspeccionar a los establecimientos para ver si cumplen con las normas.
Por todo esto necesitamos más políticos comprometidos con servir al pueblo, políticos sin miedo a tomar decisiones difíciles, políticos que sepan rodearse de asesores en las materias que tienen que gestionar y no en publicistas, políticos con ganas de trabajar para que Cantabria en general y la hostelería en particular puedan seguir creciendo y ser un referente en España y en el mundo. Este motivo y no ninguno de ideología política me hace pensar que queremos más Ayusos y menos Revillas.
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