Una herencia explosiva

Transcurrieron 25 años desde este primer enfrentamiento, no sin inquietudes, surgiendo de forma inesperada la guerra de los seis días, en 1967, por la que Israel se enfrentó a Egipto, Siria y Líbano, Jordania, Irak y Arabia Saudita. La preparación militar y el moderno y diverso armamento de Israel eran muy superiores, por lo que en seis días conquistó Gaza, Cisjordania, Jerusalén oriental y los altos del Golán. Estas posiciones se mantuvieron hasta 1973, fecha en la que se declaró una nueva guerra, la del Yom Kippur, por la que Egipto y Siria atacan a Israel, manteniéndose el 'statu quo' dada la equivalencia de fuerzas y naciendo la necesidad de un acuerdo como única fórmula de resolución del conflicto, alejándose así el temor a nuevos enfrentamientos.

En 1974 comienzan diferentes conversaciones en la búsqueda de la paz, especialmente con su vecina Egipto, cristalizando en 1978 con la mediación de EE UU en Camp David. Ya desde el año 1964, los palestinos, con el apoyo de la liga árabe, habían nombrado su representante, Yaser Arafat, que nació con la idea de exterminar a Israel. No obstante, en el año 1974, mostró una disposición negociadora que le valió la condena de los suyos.

Después de varios episodios nada esclarecedores, frente al diseño de un periodo de paz, Arafat fue expulsado de Palestina y comenzaron las intifadas, guerra de piedras. La primera, en el año 1967, que termino en 1993 con los acuerdos de Oslo por los que Arafat reconocía al Estado de Israel; y la OLP era considerada la única representante del pueblo palestino. Israel abandonaría Gaza y Jericó y la autoridad palestina administraría los territorios ocupados comprometiéndose en cinco añosa dar solución a refugiados y fronteras. No se cumplió el acuerdo, además de por el regreso en masa de refugiados judíos, porque Hamás se opuso. Hubo una nueva intifada en el año 2000 y un nuevo intento de paz en el 2005, dejando a Hamás la franja de Gaza y Cisjordania a la Autoridad Palestina, intento de paz jamás respetado por el asiento caprichoso de colonos y por la embestida de la Yihadista Hamás, que culminó el día 7 de octubre de 2023 con una nueva incursión en tierra judía y un asesinato en masa de sus habitantes.

Con actitud estática, incrédula, y con notas de frialdad por la lejanía, venimos sordos asistiendo, a pesar de las múltiples bombas, a un conflicto armado, destructor y voraz que se inició tras el final de la segunda gran guerra, cuando Reino Unido, responsable de la administración de Palestina de forma temporal, propone a la Organización de Naciones la división del territorio entre los pobladores de la misma asignando, en 1947, a los judíos el 55% y al resto de los pobladores, palestinos y cristianos, el resto. El día 14 de mayo de 1948 se creó el Estado israelí y Ben Gurión proclamó su independencia, comenzando el primer enfrentamiento entre árabes y judíos, por la discusión de la legitimidad de éste. Desde entonces, el pueblo palestino carece de patria, y desde entonces los enfrentamientos se han sucedido, cada día más destructores y sangrientos, y con pocas esperanzas de solución, por la fanatización de los grupos árabes.