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Opinión

Tránsito y liminalidad humana

No son pocas personas las que, situadas en la desconexión de la vida, y pasando la cortina del silencio, se han encontrado en un estado de placer, serenidad y gozo

Miércoles, 30 de octubre 2024, 07:12

He visitado Valladolid, lugar que me acogió en mi juventud, y donde crecí y me desarrollé, alcanzando la mayoría de edad; además allí conseguí una formación específica, que me ha permitido formar una familia. El objetivo era compartir unos días con mis hermanas, que hacía ... tiempo que no veía, además de visitar a un familiar, que después de muchos años de trabajo, de disfrutar de compañía con la que tuvo hijos, viudo y triste ha sufrido una enfermedad, y está en estos momentos en el final de su vida. Me acerqué por la mañana a la residencia donde está ingresado, y dormía, ya duerme todo el día, y además se alimenta vía parenteral, no realiza movimiento alguno, ni emite sonidos de ningún tipo, ni se agita ni se inquieta, nada demanda, sólo respira de forma suave, cuyo eco se hace imperceptible; espera con los ojos cerrados que se apague su luz interior, esa que nos permite pensar, imaginar, proyectar nuestros actos, ordenar nuestras ideas, en definitiva, estar con los otros estando aquí.

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