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Un nombre que sabe a pesca. Salvando el aparcamiento de Marqués de la Hermida se entra en tan peculiar reducto urbano oliendo a pesca y marisquería. A la puerta de algunos locales, asan sardinas a la brasa. En otras, marchan en grandes paellas arroces a ... la marinera que al curioso interesan por todos los sentidos. Vista. Oído. Olor. Gusto. Tacto. Se ve, oye y huele el arroz hirviendo. Se palpa y gusta el arroz que el cocinero reparte en mínimas porciones para encelar al paseante.

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eldiariomontanes Por el barrio Pesquero