Secciones
Servicios
Destacamos
Parece fácil, pero en este mundo nuestro no es tan sencillo distinguir entre el bien y el mal. No siempre aparece un demonio rojo con ... tridente y cuernos removiendo una caldera hirviente de traiciones e iniquidades. El mal nos confunde y lo hace muy bien: aparece disfrazado tal carnaval multicolor en las formas más inverosímiles con mascaras bonancibles y sonrientes. Se disfraza siempre igual, cubierto de buenismo y de grandes promesas ilusorias que nunca se cumplen y se camufla de comprensión sin disponer de ella y de enormes ideas o proyectos revolucionarios que cuentan bellas historias patrióticas que nunca tienen final dado que no tenían principio, pero que caminan entre las cuchillas del engaño que son las de la represión. Dejan al descubierto muy nítido el dolor de la gente, la crueldad del duelo, de la violencia y de la oscuridad psicológica del hombre.
Todo eso es Cuba hoy, todo este mal actúa en la isla desde hace 62 años en nuestra cara, delante de nosotros como si nada. Puro gesto totalitario del comunismo más ortodoxo. Tal parece una demostración de la magia, de la tiniebla y de la superstición donde reposaran faraones embalsamados y apareciera Nietzsche para dar a luz al anticristo y mostrar los aguafuertes de Goya o los monstruos de Mario Sironi, puro miedo, puro espeluzne en las 'Salas oscuras del arte'. Así de impactante puede describirse el horror de una dictadura, el terror del marxismo-leninismo en su esplendor estos días.
Pero, aún así, como en otras ocasiones, se le puede esquivar con armas adecuadas: las del optimismo, las de la decencia, las del esplendor y de la belleza, por ejemplo, es mucho mejor una arqueta de esmalte de Limoges que una arqueta agrietada de madera de pino con pan de racionamiento. Para conseguirlo todo, lo podremos hacer con democracia y con progreso y obviamente con contundencia. Los cubanos necesitan nuestra ayuda visible y, sobre todo, contundente. Que sepan que estamos aquí con ojos fijos en la isla y con intención y no con melifluas sentencias como las de nuestro Gobierno. No se puede decir que «es un problema cubano que tienen que resolver los cubanos entre sí» para contentar a comunistas trasnochados que se han colado en nuestras instituciones.
Como pedíamos hace poco en estas mismas páginas, olvidemos Guantanamera, la salsa y los coches bonitos destartalados por un momento y clamemos a 'Patria y Vida' de Yotuel para los cubanos que ahora mismo no tienen ninguna de las dos cosas, pero están a unos pasos de romper cadenas. Cortémoslas con cortafrío o con cortafierro que dicen allí.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.