Secciones
Servicios
Destacamos
Un Gobierno transparente y abierto al diálogo. Una oposición constructiva y respetuosa. Nunca faltan los buenos propósitos en el comienzo de cada legislatura, lo difícil es pasar de las palabras a los hechos. El presidente Revilla ha expresado reiteradamente en estos días su renuncia ... a aplicar el 'rodillo' parlamentario que puede permitirse la cómoda mayoría del Gobierno PRC/PSOE, con 21 de los 35 diputados del Parlamento, con el ánimo de tomar en consideración las ideas y sugerencias de los adversarios. También los grupos opositores se dicen dispuestos a ejercer el control al Ejecutivo con firmeza pero con respeto, sin alardes de hostilidad gratuita. Pero ya a las primeras de cambio, en el debate de investidura y en la comparecencia de Revilla para informar sobre los miembros y los planes de su Gobierno, la temperatura del debate entre los dos partidos mayoritarios, PRC y PP, ha echado chispas.
La idea de Revilla de sentarse a hablar de los problemas y prioridades de Cantabria también con los partidos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), sin que necesite su apoyo parlamentario, es un buen gesto que merece ser ponderado. Pero, claro, no es sólo un alarde de generosidad. Es también el enésimo aviso a navegantes dirigido a los socios de Gobierno: si las cosas se tuercen, si Pedro Sánchez no cumple sus compromisos o si las tensiones con el PSOE de Pablo Zuloaga se disparan hasta niveles insostenibles, o ambas cosas a la vez, el PRC estará en condiciones de 'romper la baraja' (Revilla dixit) porque no le van a faltar otras alianzas para gobernar.
Muy significativamente, la disposición a un diálogo cortés con los tres grupos de la oposición ha sido enunciada exclusivamente por el regionalismo. El PSOE no juega a eso. Ni una palabra al respecto. La número dos del partido, Noelia Cobo, ha descartado irse al Gobierno para ser la voz de la izquierda en el Parlamento, ahora que ya no está Podemos, y marcar distancias ideológicas con aliados y adversarios. En su discurso -las políticas sociales, el Estado del Bienestar, la defensa del sector público, la igualdad de género, la dependencia, los derechos LGTBI, la Memoria Histórica…- Cobo ha dejado bien claro que entre las prioridades del PSOE en el Gobierno de Cantabria no figura el trato político con los partidos del centro-derecha.
El PP de María José Sáenz de Buruaga trata de encontrar la estrategia de oposición al Gobierno Revilla más conveniente. Ni la agresividad sin concesiones que caracterizó la etapa con Ignacio Diego al mando, ni desde luego la desidia de la pasada legislatura, con todo el partido entretenido en su crisis interna y sin ejercer el control del Ejecutivo en el Parlamento durante largos periodos. Ahora se trata de buscar el tono justo en la crítica, apoyar las propuestas que resulten trascendentes para la región y mantener una relación correcta por lo que pueda deparar el futuro en el seno de un Gobierno PRC/PSOE de mayoría más holgada que estable. Es un plan razonable, luego hay que pasar de las musas al teatro y llevarlo a la práctica.
Más contenido todavía en el tono opositor en el comienzo de la legislatura se muestra Ciudadanos, que en algún momento ha acariciado la posibilidad de llegar a un pacto de gobernabilidad con el PRC de Revilla de gran alcance político, más incluso que el que ha suscrito con el PP de Gema Igual en el Ayuntamiento de Santander. Pero para empezar, al hipotético acuerdo regional del regionalismo con el partido naranja le ha faltado un escaño para conformar una mayoría en la Cámara. Félix Álvarez, líder y portavoz de Ciudadanos, le da cien días de cortesía al Ejecutivo Revilla, a la expectativa de lo que suceda este verano en la política, en Cantabria y en España.
Puede que el hecho más llamativo del comienzo de la legislatura haya sido que Vox, el partido más crítico con Revilla durante la campaña electoral, luego se haya abstenido en la votación para su investidura, lo cual sorprendió al presidente y a los demás grupos parlamentarios, e irritó a la facción disidente del partido de la derecha radical. El número uno y portavoz de Vox en el Parlamento, Cristóbal Palacio, resta importancia a ese voto, en realidad intrascendente, dada la mayoría del Gobierno en la Cámara, y subraya la oportunidad que se le presenta ahora de impulsar propuestas relevantes que calen en la opinión pública. Tampoco quiere -ni encaja en su talante- instalarse en los mensajes exaltados de algunos dirigentes de su partido en otros territorios. Por el momento, Vox ya ha conseguido que Revilla y el PRC le liberen del 'cordón sanitario', le acepten como un interlocutor más en el diálogo con la oposición y le pongan en observación de cara al futuro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.