Secciones
Servicios
Destacamos
En la preadolescencia, cada vez más temprana, todos los chicos tratan de amoldarse al imaginario colectivo de un comportamiento identitario en el que todos se comporten igual, todos han de pasar por el mismo rasero. Ahora bien, si hay alguien diferente en cualquier aspecto que ... no esté normalizado por el resto, por el conjunto, será marginado, pasiva o activamente, por buena parte del resto de compañeros en el entorno del colegio o del instituto.
Si vistes diferente, si tu cuerpo no se amolda a los estándares (alto, bajo, gordo, delgado, feo, etc.), si estudias mucho y pones en evidencia a los vagos, si tus aficiones no son las habituales o si eres chico/chica y te relacionas con chicas/chicos, entonces te convertirás en el objetivo de los que lideran a la masa haciéndoles pasar por el trágala de la homogeneidad más intolerante.
Pero todo ello no sería más que una anécdota si no fuera porque esas imposiciones conductuales, en muchos casos, se llevan a efecto con violencia, agresividad y desprecio; eso es 'bullying'. Es el comportamiento de imposición de los que lideran los criterios de los demás. Comienza con pequeños actos de risas cómplices, de palabras de desprecio con el objeto de ridiculizar al agredido. Después vendrán los comportamientos destructivos, los empujones, pequeños golpes, grandes palizas, insultos, fotografías y vídeos comprometedores en las redes sociales, hasta el límite en que la víctima decida quitarse de en medio al no soportar más desprecios o agresiones. El 'bullying' arranca de la misma manera que los asesinos machistas; empieza igual y termina pasando a cuchillo a su víctima, a quien no ha querido adoctrinarse desde su criterio de imposición.
Pero en el 'bullying' además de los que disparan, están también los que soportan la pistola y los que miran para otro lado, no queriendo ver la realidad que se impone. Dado que quienes ejercen el 'bullying' son auténticos cobardes, escudados bajo el beneficio de la masa que les vitorea y ratifica, también son grandes cobardes los que viendo esas acciones no se rebelan contra los matones, dejándoles campar por sus faltas de respeto
Qué tremenda ironía de la vida que, cuando llegamos a la edad adulta lo que muchos queremos es ser diferentes, genuinos, originales; es más, las empresas que triunfan lo hacen bajo este concepto de diferenciación frente a una competencia adocenada. Más aún, los adolescentes seguidistas de modas y tendencias creen que lo hacen siendo diferentes de padres y resto de adultos ignorantes que desconocen lo que de verdad importa. Y ahora, como padre, sería muy recomendable que, en nuestra labor educativa, habláramos a nuestros hijos de estos comportamientos para que nunca sean culpables por acción o por omisión de un crimen que en la edad adulta, se lo aseguro, pasa grandes facturas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.